Por Alejandro García Gómez
pakahuay@gmail.com
Conocí a Jaime (QEPD) un poco tarde en la
vida, por presentación que nos hizo mi amigo, el periodista Ramiro Egas. Entre
él y el escritor ipialeño Julio César Chamorro organizaron el lanzamiento de mi
poemario CARTA DE ODISEO, en 1996 o quizá en 1997. JAIME ENRÍQUEZ SANSÓN
accedió a ser el presentador, por invitación de Ramiro. Fue no sólo una bella
sino una muy lúcida presentación, con una exposición de literatura griega, no
como del que aparenta saber, sino del que conociéndola a fondo la traslada al
día de hoy en nuestro Pasto y Nariño. Así nos hicimos amigos.
vida, por presentación que nos hizo mi amigo, el periodista Ramiro Egas. Entre
él y el escritor ipialeño Julio César Chamorro organizaron el lanzamiento de mi
poemario CARTA DE ODISEO, en 1996 o quizá en 1997. JAIME ENRÍQUEZ SANSÓN
accedió a ser el presentador, por invitación de Ramiro. Fue no sólo una bella
sino una muy lúcida presentación, con una exposición de literatura griega, no
como del que aparenta saber, sino del que conociéndola a fondo la traslada al
día de hoy en nuestro Pasto y Nariño. Así nos hicimos amigos.
Después, de vez en cuando hablábamos por
teléfono. A veces me compartía -por internet- algunos cortos ensayos políticos
suyos -quizá artículos de prensa- y yo le hacía llegar mi DESDE NOD. También
conoció mi novela EL TANGO DEL PROFE, y creo que mis otros libros por envío de
mi parte.
teléfono. A veces me compartía -por internet- algunos cortos ensayos políticos
suyos -quizá artículos de prensa- y yo le hacía llegar mi DESDE NOD. También
conoció mi novela EL TANGO DEL PROFE, y creo que mis otros libros por envío de
mi parte.
Pienso que verdaderamente Pasto y Nariño
pierden a un pensador. Por mi residencia acá en Medellín, a donde me vine por
cuestiones de trabajo y estudio, no sé cómo ha calado esta pérdida en Pasto su
ciudad. Vivimos en una sociedad para la que lo único que vale es el
espectáculo. Quizá la ciudad llegue a darse cuenta de la pérdida. No sé por qué
como escritor (ensayista, creo más que todo) no se lo conoció mucho más, a
nivel del país. Un hombre muy estudioso, de criterio propio sobre cualquier
tema que leyese o abordase -que es difícil encontrar hoy con el “corte y
pegue” de internet- y de conceptos claros y profundos. Podía hablar de la
Tragedia Griega con la misma suficiencia que del actual discurrir colombiano.
Tanto de los escritores nariñenses como de la literatura europea.
pierden a un pensador. Por mi residencia acá en Medellín, a donde me vine por
cuestiones de trabajo y estudio, no sé cómo ha calado esta pérdida en Pasto su
ciudad. Vivimos en una sociedad para la que lo único que vale es el
espectáculo. Quizá la ciudad llegue a darse cuenta de la pérdida. No sé por qué
como escritor (ensayista, creo más que todo) no se lo conoció mucho más, a
nivel del país. Un hombre muy estudioso, de criterio propio sobre cualquier
tema que leyese o abordase -que es difícil encontrar hoy con el “corte y
pegue” de internet- y de conceptos claros y profundos. Podía hablar de la
Tragedia Griega con la misma suficiencia que del actual discurrir colombiano.
Tanto de los escritores nariñenses como de la literatura europea.
Paz en su tumba, y muchas gracias, amigo
PeObando.
PeObando.
Un abrazo:
Alejandro
Medellín, 22 de julio de 2015