Por primera vez el SENA llegó a la vereda El Páramo en el municipio de Tangua, en donde certificó a 26 personas en el tema de las hortalizas limpias.
Hombres y mujeres, sin distingo de edad iniciaron el proceso de formación a principios del año y hoy ya empiezan a comercializar con éxito productos como lechuga, brócoli, coliflor, repollo y cilantro, cultivados de forma tradicional y sin químicos.
La instructora Nubia Torres Dorado explica que con este programa se trata de utilizar al máximo los recursos de las parcelas, enfatizando en temas como la fertilidad del suelo y la minimización del uso de los recursos no renovables. “Enseñamos a nuestros aprendices a no utilizar fertilizantes ni plaguicidas. Para ellos este tipo de agricultura es una opción de vida que posibilita el cuidado del medio ambiente y además ofrece beneficios como obtener productos totalmente naturales y el ahorro de insumos”, dijo.
Gracias al apoyo de la Alcaldía del municipio de Tangua los aprendices cuentan con un lugar en donde cultivan los productos que posteriormente son comercializados. La formación se realizó en las viviendas de los aprendices, facilitando la integración entre los miembros de la comunidad.
Jesús Andrade Mejía, Alcalde de Tangua, resalta el apoyo brindado por el SENA, el cual ha permitido llegar con formación a apartados lugares, fomentando en emprendimiento y con ello la formación de nuevas empresas.
Para Jairo Yandar, la producción de hortalizas limpias es una excelente opción de negocio ya que ofrece productos totalmente naturales sin químicos y cultivados con abonos naturales preparados por los mismos aprendices. Sin embargo, dice, uno de los principales logros obtenidos con el proceso es la integración con los miembros de la comunidad, la cual está organizada para la conformación de la unidad productiva `Hortalizas Limpias El Páramo`. “Hasta hace algunos meses no nos conocíamos entre sí. Ahora tenemos una comunidad fortalecida que está lista para comercializar nuestras hortalizas”, dijo
En opinión de Hebert Lopez, lider del programa Jóvenes Rurales Emprendedores, con esta iniciativa se espera aumentar la productividad del sector rural, creando condiciones para que esta población rural tenga la posibilidad de incorporarse fácilmente en actividades productivas de la región mediante la gestión de proyectos productivos asociados al proceso formativo y de esta manera incidir favorablemente en sus ingresos, calidad de vida y productividad de los diferentes sectores de la economía.
La certificación se realizó con un acto simbólico al que asistieron aprendices y sus familias.