Tomado de www.radiosuperpopayan.com
Este lunes comienza la segunda semana de la protesta indígena que tiene semibloqueado al departamento del Cauca. Con el pasar de los días cada vez son más las rutas que se cierran para los caucanos.
La fuerza pública hace todos los esfuerzos por mantener abierta la ruta alterna.
Y aunque ha sido efectivo el control, en otras rutas no ha sido suficiente y estás como las vías que comunican con el Huila han terminado bloqueadas.
A pesar de estar habilitado el corredor humanitario, la gasolina se acabó y desde el fin de semana la alcaldía de Popayán prohibió su venta para vehículos; carros y motos particulares.
Se supo que hoy de nuevo se evaluará la situación de la capacidad de combustible y podría ser levantada la restricción.
Los indígenas dijeron el fin de semana que “esto va para largo” haciendo referencia a que están en disposición de estar en la vía le tiempo que sea necesario para lograr ser escuchados por el gobierno Duque.
El gobierno mantiene una postura hasta ahora inamovible: con vías de hecho no hay negociación.
El presidente de la República, Iván Duque, aseguró está abierto al diálogo con los indígenas que mantienen bloqueos en la vía Panamericana, no obstante, señaló que están afectando los derechos fundamentales de los demás.
El fin de semana anterior, por cuenta de la Minga, Habitantes de la Agustina, Santander de Quilichao Cauca, protestaron contra los bloqueos de la vía Panamericana por parte de los indígenas. Respetan sus exigencias, pero piden libre movilidad por este corredor vial.
También en la panamericana en el sector del Cairo Cajibío se presentaron durante el fin de semana acciones de intervención del ESMAD en la concentración de Marcha Patriótica. La situación generó varias denuncias de supuesto abuso de autoridad.
Las autoridades reportaron el hallazgo de elementos explosivos no convencionales.
En medio de estos procesos una misión humanitaria de la defensoría del pueblo encabezada por el defensor regional fue atacada por un artefacto explosivo, aunque sin mayores consecuencias.
La Defensoría entonces, ante esta situación y por falta de garantías, suspendió las acciones de verificación y monitoreo de los derechos humanos en el marco de la movilización.
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