Rincón literario
Por Irma Zambrano
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Según versiones de la tradición oral, desde la antigüedad existió el manantial llamado el Pescadillo; un lugar de recreo y rituales del cacique Ancoya, cada año bajaba con su corte a rendir tributo al agua como fuente de vida y agradecimiento a la madre naturaleza, donde celebraban ceremonias religiosas de acuerdo a sus costumbres.
El Pescadillo es un lugar encantador donde se tejen mitos y leyendas; además es un lugar turístico y acogedor para propios y visitantes.
Sus aguas son subterráneas, nacen a la raíz de unos centenarios arboles de ortigo, sus aguas desembocan en la quebrada Honda.
“El chorro Alto” este manantial cuenta con tres fuentes, uno nace al pie de unos corpulentos arboles de higuerón donde forman un pozo que se utilizan para los animales.
La otra aflora de las raíces de unos árboles de nacedero y ortigo esta era utilizada para las labores del trapiche y la vivienda.
La tercera fuente surge de la raíz de unas plantas de guineo sus aguas son transportadas por un canal que se utiliza para bañarse y lavar ropa.
Antiguamente el Pescadillo y el Chorro Alto eran lugares turísticos apropiados para bañarse por la gran cantidad de agua pura y cristalina que prodiga la madre naturaleza.
Otro arroyo importante es el “Junco” sus aguas abastecían a diez familias del Llano; sus aguas surgen de unos árboles de higuerón, cordoncillo y plantas de junco. Anteriormente sus aguas eran conducidas a través de canales hasta los trapiches de don Adolfo Acosta, Olegario Otero y José María Zambrano.
“Las Guineas” fue un arroyo que abasteció el trapiche de don Manuel Zambrano y viviendas aledañas, en la actualidad el arroyo ya no existe debido a la deforestación.
“La Ciénega” el agua brotaba de la raíz de árboles de nacederos, cordoncillos y plantas de tembladera, este arroyo abastecía a cuatro familias.
“El Olival” nace cerca a la quebrada Chiguan, a partir de unos árboles de olivo, abasteció el trapiche de don Antonio Erazo y viviendas cercanas. Todos estos arroyos han desaparecido.
En sector Quemá encontramos otros vertimientos de agua como el arroyo de cal, el juncal, el Hundido, el Limo que benefician a los agricultores del sector.
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