La finalidad es brindar formación para el trabajo certificada y pertinente a las necesidades y perfiles de las poblaciones más vulnerables vinculadas a los programas y servicios que ofrece el ICBF; además promover la vinculación laboral a los programas de dichas poblaciones.
La certificación se realizó en las instalaciones del Hotel Agualongo con la presencia de las directivas del SENA, ICBF, la Procuraduría de Familia y Comfamiliar de Nariño y Emsanar como entidades operadoras del convenio.
Para la Directora Regional del SENA, Sara Angela Arturo, este resultado fue posible gracias a la alianza estratégica que se constituye a nivel nacional entre dos instituciones de gran proyección social como lo son el SENA y el ICBF. “También es posible ver cristalizado este magnífico resultado gracias al deseo de superación de todas estas madres comunitarias quienes tuvieron la necesidad de avanzar en el proceso de preparación técnica que sin duda les abrirá muchísimas oportunidades y la posibilidad de desarrollarse con eficacia, eficiencia y calidad en la prestación del servicio que ofrecen día a día a l@s niñ@s que son el futuro de nuestro país.
Asimismo destacó el interés de las dos instituciones por formar a más madres comunitarias como Técnicas en Atención Integral a la Primera Infancia y de esta manera beneficiar a un mayor número de menores nariñenses. “A las madres comunitarias las invito a que sigan creyendo el SENA como una gran institución de formación profesional y que sigan creyendo en cada uno de sus sueños y luchen interminablemente por cumplirlos”, dijo.
Para la Directora del ICBF en Nariño, Cecilia Chamorro el proceso, que tuvo una duración de un año, les facilitará a las madres la adquisición de herramientas teóricas, conceptuales y prácticas para cualificar el servicio público de bienestar familiar dentro de una perspectiva que garantice los derechos de l@s niñ@s del Departamento.
“Este proceso es coherente con la importancia que tienen los seis primeros años de la vida en el desarrollo de una persona y ante la imposibilidad de subsanar las falencias en etapas posteriores de la vida se evidencia la necesidad de establecer políticas públicas focalizadas en l@s niñ@s de esta edad, las cuales van de la mano con la cualificación de los agentes educativos o madres comunitarias, quienes tienen un rol fundamental en la atención a grupos poblacionales tan vulnerables como estos”, señaló.
Problemas frecuentes del aprendizaje y fenómenos como el maltrato infantil y el abuso sexual son algunos de los temas que se abordaron durante el aprendizaje, según indicó Patricia Patiño, madre comunitaria del Hogar Infantil Mis Peluches, para quien la formación fue gratificante porque le permitió adquirir la experiencia necesaria para abordar de manera diferente las diversas problemáticas que se presentan en las comunidades.
Manuel Guerrero, el único padre comunitario que fue certificado y quien ejerce su oficio desde hace 18 años expresó que “el aprendizaje fue excelente porque obtuvimos muchos conocimientos que serán transmitidos a las comunidades más necesidades. Ganamos nosotros como educadores, ganan l@s niñ@s y también sus familias.