El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Después de casi dos meses de vacaciones que tuvieron los estudiantes y de dos semanas de planeación institucional, más de 50 mil estudiantes del municipio de Pasto, más de ocho mil maestros, particularmente, iniciarán, el próximo lunes 29 de enero, un nuevo año escolar que esperamos se desarrolle sin mayores inconvenientes, no obstante ya soplan vientos grises, vientos de incertidumbre porque afirman, algunos rectores no tener un solo peso, pues la administración anterior no les cumplió con los famosos alivios educativos.
Pero a pesar de estas “pequeñas” anomalías, esperamos que sea un año escolar lleno de éxitos para todos: estudiantes, docentes, directivos y también para los padres de familia, porque todos ellos, constituyen la llamada Comunidad Educativa y están comprometidos directa e indirectamente con el proceso de aprendizaje de los estudiantes y de sus hijos, esto nunca deben olvidar los señores Padres de Familia.
Si todos, desde ahora, en esa misión encomendada a cada uno, cualquiera que sea nuestro rol, depositamos lo mejor, entrega, profesionalismo, responsabilidad, mucho compromiso y ante todo, mucho amor por hacer mejor las cosas, sin duda al finalizar el año escolar, cosecharemos los mejores éxitos y nos podremos sentir satisfechos por el deber cumplido, orgullosos y felices de ser maestros, de ser estudiantes, de ser directivo docente, de ser Padre de familia.
Comencemos, pues, este año escolar, con la mayor disponibilidad, con la mejor actitud, asumiendo con responsabilidad y compromiso, ese reto que todos los maestros, especialmente, tienen, mantener o mejorar la calidad de la educación un tanto disminuida en los últimos años, especialmente después de la dura pandemia que sufrimos, de hecho mejora la calidad de la educación es, en última instancia, el compromiso de todos.
Pero que esa labor que desempeñan los docentes no los lleve a olvidarse que los estudiantes, ante todo, son seres humanos, muchos necesitados de afecto y de cariño; de comprensión y solidaridad, las que parece no tener en el hogar, de allí la importancia del padre de familia en el acompañamiento en la educación y formación de sus hijos.