Palabras del estudiante Yerson Ortiz Guerrero en la ceremonia de graduación de bachilleres académicos y comerciales de la Institución Educativa Nuestra Señora de Fátima de Sandoná, realizada este sábado en la tarde.
Buenas tardes para todos los presentes.
En esta oportunidad quiero agradecer a mis docentes por todos los conocimientos y enseñanzas que me han brindado; agradecer a mis padres que me han acompañado en todo este proceso que desde niño me han incentivado a superarme; porque aprender a mirar desde el alma es una tarea que no todos pueden hacerlo, es contemplar la vida desde otro panorama, donde cada cosa y persona son únicas, donde cada realidad es incomparable, donde cada experiencia se convierte en un reto para seguir luchando, donde cada circunstancia es una tarea por llevar acabo.
Mirar desde el alma es aprender a ver a cada persona por lo que es, es lograr traspasar la mirada al corazón, porque el mundo no es solo lo que podemos mirar y palpar, el mundo interior es el que todos debemos aprender a conocer, y Dios me ha dado ese privilegio, de adentrarme en sí mismo y conocer lo que nadie puede conocer, conocer el corazón, la vida, lo que cada uno puede llevar dentro, y ese don que llevamos en las manos es la vida, la que nos permite ser una generación de esta noble institución, ser los estudiantes que podemos avanzar y lograr ser mejores personas y mejores seres humanos.
Compañeros, en esta oportunidad en que me dirijo a ustedes, quiero invitarles a pensar que nada puede limitar nuestras metas cuando ponemos todo el empeño y dedicación para lograrlas, porque nada puede limitar nuestro más grande deseo de ser mejores, y hoy al partir a una nueva experiencia de vida debemos aprender a que somos más grandes cuando somos más humildes, somos más importantes cuando somos los servidores de los demás y somos más humanos cuando comprendemos que la vida es un milagro y un don de Dios.
Querida generación gracias por su apoyo por ser mis compañero y amigos, por tantas experiencias vividas, pero recuerden que nada es imposible, porque quien puede alcanzar el éxito no es el que es más inteligente; el éxito lo alcanza quien verdaderamente aprende a caer y levantarse porque la vida es un camino donde aprendemos a conquistar lo que cada día deseamos lograr.
Muchas gracias a todos por su atención.
El texto fue escrito en lenguaje braille por Yerson quien hizo todo lo posible por pronunciarlo en la ceremonia de graduación, sin embargo porque estaba muy emocionado, por lo cual fue leído por la profesora Alicia Zambrano Rivera, por el acuerdo previo al que habían llegado.
No obstante esta situación Yerson se dirigió a sus compañeros a quienes motivó a continuar con sus sueños y manifestó que los iba a extrañar mucho y en seguida lo acompañaron las lágrimas que fueron compartidas por la mayoría de asistentes al salón de actos de la institución franciscana.
Yerson nació en el año 2003 en la vereda La Regadera, corregimiento de San Miguel, al sur del municipio de Sandoná; desde muy niño perdió a su padre y quedó al cuidado de su madre y sus dos hermanos; siente mucho amor por su abuelita paterna y con ella comparte mucho tiempo.
Estudió la primaria en la escuela de la Regadera y desde el grado sexto en la Institución Educativa Nuestra Señora de Fátima. Es ciego de nacimiento, tranquilo e independiente, buen compañero y muy aficionado al América de Cali; sueña con ser comentarista deportivo.
En las pasadas pruebas Icfes obtuvo un puntaje de 298 puntos, por encima de una gran cantidad de compañeros de estudio.
Yerson es un ejemplo de superación y de vida; en el futuro inmediato desea estudiar comunicación social con el fin de servirle a su comunidad de La Regadera, cuyos integrantes lo aprecian mucho y de seguro lo ayudarán a lograr esta y otras metas que se trace.