Condenados a un siglo de huecos

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Por Manuel Erazo Cabrera
viejomanolo1@hotmail.com
Ismael Botina popular maestro Buchón, está
mamado de tener que arreglar todos los días su bicicleta “Monark”. Ya, que se
dobló el rin; ya, que se estalló la  llanta; ya, que se dobló el pedal, en fin a
cada rato se le daña su medio de transporte, porque cae en los innumerables
huecos que tiene la querida y bella ciudad de Pasto
.

No hay barrio, que no se queje del pésimo
estado de sus calles. Unos huecos que son dignos de tomarle una fotografía para
dejarla en la sala de la casa como el mejor recuerdo del olvido de nuestros
gobernantes.
Los alcaldes se dedican a otras cosas, menos a
solucionar lo que más siente y ve el vecino, como son sus calles.
Preocupado por este tema, maestro Buchón, se
fue a dar una vuelta por la Secretaría de Obras del Municipio de Pasto, para
averiguar si hay presupuesto  para tapar
huecos. Lo sacaron con vientos frescos, allá lo que existe es un estudio, según
el cual para tapar todos los huecos se requieren por lo menos mil millones de pesos. ¿Y cuánto hay?, si
acaso unos diez millones. Conclusión, los habitantes de esta ciudad, estamos condenados a un siglo de tortura,
soportando huecos aquí y allá
.

Por esto, maestro Buchón, está buscando socios
para conformar la primera parchadora de Huecos Pasto: “Pasto-huecos” y ponerla
al servicio de la comunidad, con un grupo de obreros dedicados solo a eso:  tapar huecos que da miedo.
Lo que pasa es que  nuestro sistema de contratación, lo fácil lo
complican. Tapar huecos no es cosa del otro mundo, pero mientras nuestros
contratistas le metan tantos ítems, la cosa se vuelve inalcanzable.
¡Hagamos la prueba!: pásenme una pala, un pico,
dos carretadas de mezcla caliente, un apisonador,  un ayudante y verán que tapamos huecos a
precios increíblemente bajos
. Pero, como los contratistas piden más de la
cuenta, por supuesto los presupuestos no alcanzan.
Lástima grande que estemos condenados a seguir
esta tortura por un siglo; ojalá el nuevo alcalde, tome como bandera el parcheo
de huecos y seguro que logrará una respuesta positiva del pueblo.

El joven alcalde Harold Guerrero López, ya lo
dijo: “Estoy mamado de los huecos”; pero hasta allí llegó; porque este es un
tema dinámico, se tapa un hueco hoy y mañana se abren tres. Debe haber un
equipo de obreros, diariamente dedicado a tapar huecos, así como se recoge la
basura, todos los días.
Así es la vida de ingrata, hoy ni nos
acordamos que el anterior alcalde Eduardo Alvarado Santander, fue quien logró
el crédito con el BID, para ejecutar todas las obras de reposición de acueducto y alcantarillado
que estamos viendo. Nadie se acuerda del Gordito. Pero sí los huecos que no
parchó.

Esa parchadora privada, puede ser la solución,
como un trabajo de particulares y pagado por los vecinos de las calles
afectadas
.
Si señor alcalde,  estamos ¡mamados de los huecos…!
Domingo 18 de mayo de 2014
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