Tomado de eltiempo.com
“Desde el mar hasta el Galeras, desde el monte hasta el confín”, versos con los que se da inicio al himno del departamento de Nariño, palabras que nos convocan a la gran dimensión que es esta región, localizada en el sur de Colombia, donde al decir del poeta Aurelio Arturo: “el verde es de todos los colores”, y los paisajes se tejen en colchas de retazos.
Paisajes estos que le dan sentido poético a este sur colombiano, rodeado de inmensas posibilidades de páramos productores de aguas y con una topografía rica, con todos los pisos térmicos imaginables, lo que le permite una gran riqueza en su producción agrícola.
Nariño es un territorio que se ha destacado en la historia del país por su lucha, su rebeldía, la resiliencia de sus comunidades y el gran aporte a la cultura, la literatura, la ciencia y el deporte nacional, siendo cuna de grandes deportistas.
Esta región cubierta de montañas, volcanes, planadas y una extensa costa a la orilla del mar Pacífico ha logrado en los últimos años posicionarse como un importante destino turístico para los colombianos y los extranjeros, gracias a la oferta multicultural y los logros alcanzados por la comunidad que han representado cada una de las regiones a nivel mundial, además de historias conocidas a través de la modernización de las redes sociales y los medios de comunicación.
Su ubicación sobre la línea ecuatorial le permite contar con una gran variedad climática que se disfruta en pequeños trayectos, como es el recorrido por la sabana fría del municipio de Túquerres que rodea el volcán Cumbal y conecta la sierra con el piedemonte costero, hogar de las comunidades indígenas awá asentadas sobre la carretera, zona de clima húmedo por su selva que nos adentra a Tumaco, la Perla del Pacífico Colombiano, brindando lo mejor de su gente desde un clima cargado de sol; territorio afrodescendiente que ofrece una exquisita variedad gastronómica, arte, cultura y el maravilloso avistamiento de ballenas en cada octubre.
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Nariño es catalogada como una región creyente, en su mayoría católica, que ofrece a los feligreses y visitantes diferentes alternativas para conocer los templos construidos con arquitectura gótica en la ciudad de Pasto, lugares religiosos como el Santuario a la Virgen de La Playa, construida sobre una roca en el municipio de San Pablo, al norte del departamento, recorriendo la ruta del café; el Cristo de Madera más grande de Sudamérica en la Basílica de Sandoná y, por supuesto, una de las obras arquitectónicas más impactantes del mundo según el diario británico The Daily Telegraph, que eligió al Santuario de la Virgen de Las Lajas en el municipio de Ipiales como la iglesia más bella del mundo por su ubicación y arquitectura, entre una lista de las 23 iglesias más representativas del planeta.
A esto se suma una extensa variedad de páramos, humedales y planadas que son la fuente de agua y el pulmón del suroccidente colombiano, siendo la Laguna de La Cocha, a 40 minutos de la capital nariñense, uno de los humedales Ramsar más importantes del país y un bellísimo pasaje turístico que conecta con la naturaleza y las costumbres ancestrales de los lugareños.
Un destino rico en experiencias
Hoy, los nariñenses le apuestan al cambio territorial, una estrategia que les permita transformar las economías, fortaleciendo el turismo y potencializando cada una de las regiones que conforman lo que se ha denominado los Cinco Mundos en rico territorio: el primero es el Mundo Marino, que busca fortalecer el desarrollo de una economía azul basada en la pesca y la gastronomía que ofrece la costa Pacífica nariñense; el segundo es el Mundo del Litoral, que comprende gran parte de la costa y el litoral Pacífico nariñense, donde se encuentra el bosque nativo más importante de la región, territorio con los manglares más grandes del mundo.
El tercer mundo es el Chocó Biogeográfico, el cual comprende la región Andina y la Amazonía, considerado como la subregión más biodiversa del mundo, que se extiende desde Panamá hasta Ecuador y que en Nariño cubre 10 municipios del Pacífico y los dos del piedemonte costero, territorio que abarca el 52 por ciento del total de la extensión del departamento, caracterizado por la existencia de cientos de especies de flora y fauna, muchas de ellas aun sin explorar, de un abundante recurso hídrico representando en sus ríos y elevados regímenes de lluvias que generan las condiciones para la aparición de una vasta selva húmeda tropical.
El cuarto mundo es el Andino, que comprende la ruta de conectividad de Colombia con el Amazonas, donde encontramos el Lago Guamuez y los páramos de frailejones que surten de agua a gran parte de la región sur. El quinto mundo es el Amazónico, ruta del Cóndor de los Andes, que busca impulsar los territorios ancestrales, la naturaleza y la biodiversidad cultural de las comunidades indígenas.
Un carnaval de arte
Sin duda alguna la fiesta principal de los nariñenses y uno de los eventos que más congregan a propios y visitantes es el Carnaval de Negros y Blancos, que a inicio de cada año recibe a millones de turistas que llegan a la capital nariñense para disfrutar de obras de arte plasmadas por artesanos en gigantescas y majestuosas carrozas multicolor que recorren las principales calles de la ‘ciudad sorpresa’ de Colombia, deleitando a propios y turistas con el intercambio cultural a través de juegos tradicionales.
Estos son los principales elementos de diversión que le permitieron al Carnaval ser proclamado en el año 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, reconocimiento que se une a patrimonios como el Barniz de Pasto (Mopa-Mopa) y al Qhapaq Ñan, más conocido como el Camino del Inca, el cual atraviesa ocho municipios, entre ellos Potosí, Gualmatán, El Contadero, Funes, Yacuanquer y Tangua.
Nota original:
https://www.eltiempo.com/vida/viajar/narino-cinco-mundos-un-gran-territorio-858826