Por Jorge Dueñas Romo
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Nuevas noticias han llegado en cuanto a los rituales propios de las Altas Cortes colombianas y su inferencia en las contiendas electorales que se han prolongado más allá de las urnas, esta vez en lo referente a la asignación del Magistrado Pedro Pablo Vanegas Gil, magistrado de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado como el encargado de resolver el recurso de súplica que fuera interpuesto subsidiariamente por la defensa del gobernador de Nariño Luis Alfonso Escobar Jaramillo buscando se evalúe la posibilidad de admisión y revisión de las pruebas que en su totalidad fueran negadas en decisión del 20 de agosto del 2024.
Decisión que resulta de altísima relevancia para los intereses del gobernador, pues de mantenerse la negativa frente a la admisión de su caudal probatorio se enfrentaría “a mano limpia” como se dice comúnmente a los argumentos y pruebas aportados por quienes buscan la nulidad de su elección.
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Se entiende del documento del 12 de noviembre a través del cual se designó al señalado Magistrado como el encargado de resolver el recurso de súplica en cuestión, que el recurso propuesto directamente, esto es el de reposición, se resolvió de manera contraria a los intereses del encausado, situación que dio viabilidad procesal a la herramienta jurídica que hoy nos ocupa.
Es de mencionar, que existe un reciente precedente en un asunto judicial equiparable al del gobernador de Nariño que se cursa en contra del actual Gobernador de Boyacá Carlos Amaya, en dicho precedente Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado a través del Magistrado Ponente Luis Alberto Álvarez Parra, negó el recurso de súplica propuesto, manteniendo la decisión de no decretar el interrogatorio del gobernador accionado al considerarlo innecesario.
No existe certeza de la decisión que habrá de asumir al resolver de fondo la demanda de nulidad electoral interpuesta en contra del señor Escobar Jaramillo, pero sí de que al menos en lo que resta del 2024 seguirá siendo el gobernador de los nariñenses, pues los tiempos requeridos en la labor judicial de estudio y decisión, aunado a la proximidad del tiempo de vacancia de la rama judicial, así lo permiten.