La selección Colombia de fútbol de mayores
terminó su participación en la Copa América de Chile y el balance es pobre si nos
remitimos a los cuatro partidos jugados, sin poder encontrar la magia que le
mereció ser una de las mejores selecciones del pasado mundial jugado en Brasil, en donde consiguió la bota de oro con James Rodríguez y el gol más bonito con el mismo jugador al servicio del Real Madrid.

El técnico argentino José Néstor Peckerman,
quien nos permitió estar en un mundial después de 16 años, luego del certamen
orbital no comenzó el proceso de recambio para lo cual debía convocar
nuevos jugadores quienes podrían suplir a las estrellas del mundial y más bien
llamó a jugadores que militan en el fútbol mexicano y europeo y descartó a los
del torneo doméstico, salvo algunas excepciones.

En este período la Federación Colombiana de
Fútbol con su presidente Luis Bedoya no concretaron partidos con selecciones
ubicadas en los veinte primeros puestos del escalafón de la Fifa, sino que se contentaron con
jugar partidos amistosos con selecciones que no tienen poderío futbolístico lo
que impidió tener una evaluación precisa de cómo estaban los jugadores que tienen
recorrido y los nuevos convocados.

Con estos antecedentes se vino la convocatoria
para la Copa América con malas noticias por las lesiones de Abel Aguilar, Fredy
Guarín y Juan Fernando Cuadrado, claves en el mediocampo colombiano y claro
como el seleccionador no tuvo en cuenta a jugadores como Daniel Torres del
Santafé o Andrés Pérez del Deportivo Cali en los partidos preparatorios, le
apostó al recorrido de los “veteranos” y desafortundamente se presentaron en el
desarrollo del campeonato dos hechos relacionados con los volantes de contención
Edwin Valencia y Carlos Alberto Sánchez, quienes no pudieron estar en el
partido crucial con Argentina.

Colombia no tuvo presencia en el mediocampo, porque
Peckerman no pudo encontrar el reemplazante de Abel Aguilar, el clásico volante
mixto que ayuda a sacar el equipo de su propio terreno y permitir que jugadores como
James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado se desempeñen unos metros más arriba
y con sus gambetas pudieran alimentar de balones a los delanteros, bien sea
Falcao García, Carlos Bacca, Teófilo Gutierrez o el mismo Jackson Martínez, dependiendo
de quien actúe.

En el torneo más antiguo del mundo se
destacaron el arquero David Ospina que fue fundamental en el empate con
Argentina, el central Jeison Murillo y el mediocampista Carlos Alberto Sánchez
clave en el triunfo frente a Brasil, los demás deben hacer autocrítica como lo
recomendó el propio James Rodríguez para volver a estar en el mejor nivel de
cara a las eliminatorias para el mundial de Rusia 2018.

De otro lado podemos concluir que en 360
minutos solo convertimos un gol a través del defensor Jeison Murillo, pero
también durante este mismo lapso de tiempo nos convirtieron un solo gol, el del venezolano Rondón, gracias a
los centrales Zapata y Murillo y especialmente al arquero David Ospina.

En medio de la desazón por la eliminación de
nuestra selección queda como activo la entereza con que afrontan los jugadores
colombianos cada partido, en un verdadero derroche de amor por la camiseta
tricolor, porque en varios pasajes de los cuatro partidos pudimos apreciar que
si no tenían fútbol recurrieron a la lucha para sacar adelante los compromisos.