La reapertura de las vías aledañas al parque principal de Sandoná, frente a la Basílica Nuestra Señora del Rosario, luego de seis domingos consecutivos de peatonalización como experiencia piloto, generó reacciones encontradas entre líderes cívicos y ciudadanos.

Alberto de la Rosa, integrante del Comité Cívico Popular de Sandoná, manifestó su respaldo a la reapertura, argumentando que el municipio aún no está preparado para una peatonalización permanente.

Señaló falencias en el esquema de ordenamiento territorial, falta de vías alternas, ausencia de parqueaderos adecuados y debilidades en la organización del tránsito. Según indicó, el cierre afectó directamente a comerciantes formales e informales del parque, quienes vieron disminuir sus ventas.

De la Rosa insistió en que primero se deben adelantar procesos de planificación, educación ciudadana y talleres de organización territorial, antes de implementar medidas de este tipo, especialmente pensando en el turismo y la economía local.

En contraste, el profesor Miguel Casanova expresó que la peatonalización había mejorado la movilidad de los peatones y permitido una circulación más segura para adultos mayores, niños, personas con discapacidad y familias.

Aunque reconoció las preocupaciones de los comerciantes, consideró que con acuerdos y consensos se podría priorizar nuevamente al peatón sin afectar la actividad económica.

Ambos coincidieron en la necesidad de diálogo, planificación y construcción de consensos entre autoridades, comerciantes, ciudadanos y turistas, para definir un modelo de movilidad que responda a las realidades de Sandoná y garantice convivencia, seguridad y orden en el espacio público.

Registro gráfico de la reapertura de calles aledañas al parque principal: