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Puente en zona rural de Tumaco construido por mujeres abre paso al desarrollo y la equidad

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Tomado de elespectador.com

En la zona rural de Tumaco (Nariño), se inauguró un nuevo puente que fue construido por un grupo de 28 mujeres y 4 hombres jóvenes que hacen parte del Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera. Esta obra, que ya se encuentra en operación, beneficia a más de dos mil familias con mejores niveles de seguridad, fluidez y bienestar para la comunidad.

Con cerca de 12 metros de largo y 6 de ancho, se trata de la primera obra de esta magnitud construida por un grupo compuesto mayoritariamente por mujeres en Colombia. Con este hito, el puente permite, además, la conexión del casco urbano de Tumaco con siete veredas de la zona: La Honda, La Balsa, Vayan Viendo, Brisas, Alto Pañambi, Unión Victoria y Tiesteria.

Esta construcción se realizó en el marco del Programa Rutas PDET, que es financiado por el Fondo Europeo de la Paz de la Unión Europea en Colombia y que es implementado por la Red Nacional de Agencias de Desarrollo Local de Colombia (Red Adelco), Conexión ICCO Cooperación y la Alianza de Bioversity International y el CIAT. Estos procesos se realizan con el apoyo de la Agencia de Renovación del Territorio del Gobierno Nacional.

Con obras como esta, el Programa espera llegar a una inversión de más de 17 mil millones de pesos en obras de infraestructura, trabajando junto con las comunidades, y lograr su meta de 180 proyectos de mejoramiento vial en el país.

Un liderazgo femenino

Antes de la construcción del puente, cruzar la quebrada Pusbi era un acto de riesgo. Ante la falta de infraestructura en el sector, la comunidad había construido en años anteriores un puente de madera por el que cruzaban niños para ir a los colegios, ambulancias con enfermos, vehículos con productos agrícolas y los habitantes de la zona en general. La estructura de madera, si bien cumplía su tarea, era susceptible al clima y no brindaba las condiciones de seguridad durante las noches y condiciones óptimas de movilidad.

Para cambiar esta situación desde el Programa Rutas PDET, en alianza con las Juntas de Acción Comunal (JAC), se tomó la decisión de realizar una obra de infraestructura para mejorar las condiciones de vida de las comunidades. Con la ayuda de ingenieros del Programa se realizaron los diseños y con las JAC se compraron los materiales necesarios para la construcción.


Sobre esta base, la construcción inició con la participación de un grupo de mujeres y de jóvenes que, durante varios meses de sol y lluvia, realizaron labores como hincar pilotes, armado de hierro y fundiciones de placa en concreto, entre otras actividades relacionadas con la obra. Sin embargo, las mujeres que hacía parte de la obra, se vieron obligadas a enfrentar no solo los desafíos físicos del trabajo, sino también los comentarios negativos que están arraigados contra las mujeres en las zonas rurales, mucho más en el área de infraestructura donde la mujer siempre ha sido estigmatizada.

“Muchos hombres nos decían que no íbamos a poder, porque eso no era cosa de mujeres. Pero hoy, con la bendición de Dios y de nuestra valentía, pudimos entregar esta obra en beneficio de la comunidad”, explica Yajaira Valencia, quien participó en la obra.

Para llevar a cabo estas intervenciones, las mujeres fueron formadas por el SENA, donde adquirieron habilidades relacionadas con obras civiles. Esta formación les brindó nuevos conocimientos, así como, al final, una nueva experiencia laboral. A esto se le sumaron talleres que buscaron impulsar la equidad de género en las comunidades, por medio de una profesional de género contratada por el Programa Rutas PDET.

“En general, en el Programa Rutas PDET le hemos apostado a la equidad en los territorios, mostrando todas las capacidades que tienen las mujeres. En el caso de la obra, los mismos ingenieros nos contaban como ellas tienen ventajas sobre los hombres al ser más responsables, planificando mejor los recursos y, entre otras cosas, siendo más puntuales con sus turnos. Lo que mostró, ante sus comunidades, su valor agregado en este tipo de proyectos”, explica Nayibe Rojas, coordinadora del Programa Rutas PDET en Tumaco.

Y agrega: “Lo importante de estas obras y del programa Rutas PDET es darles oportunidades a las organizaciones comunitarias, en particular a aquellas comunidades étnicas, como lo es un consejo comunitario, brindando capacidad instalada, para que puedan seguir implementando obras, que es una de las apuestas del Gobierno Nacional. Para las mujeres, además, con el proceso de formación y práctica, se abre la posibilidad de que se conviertan en maestras de obra o incluso, más adelante, en ingenieras de los proyectos”.

Con la construcción del puente, por su parte, se han mejorado los de desplazamiento de las personas, así como de los productos en una zona de alta productividad cacaotera, que ahora pueden llegar con mayor facilidad a los centros de acopio.

“Esta obra representa para nosotros una oportunidad muy grande de impulsar nuestro territorio, en particular la agricultura. Solo tenemos agradecimiento con el Programa por darnos las herramientas para echar para adelante nuestro territorio”, cuenta Diana Cortes, una de las mujeres que participó en la obra y beneficiaria del Programa Rutas PDET.

Lo que viene

“Nuestro foco principal es cambiar las dinámicas ofreciendo posibilidades reales a las mujeres. Por eso, le apostamos a que en nuestros proyectos haya una participación de mínimo un 40 % de mujeres en las obras de infraestructura en las que somos pioneros”, explica John Castañeda, gerente del Programa Rutas PDET. “Ellas han demostrado todo lo que son capaces, no con fuerza, sino con su inteligencia. Eso es algo histórico”.

Por el momento, se espera que durante el próximo semestre se realicen otras tres obras de infraestructura vial en el municipio de Tumaco. Una de ellas es otro puente, más complejo, sobre la quebrada La Honda, que contará con la participación de mujeres del territorio.

Vale mencionar que el modelo implementado por el Programa Rutas PDET, que en 2024 llega a su año de cierre, está siendo considerado por el Gobierno Nacional como referencia para el desarrollo de modelos con un enfoque territorial, aprovechando las lecciones aprendidas durante su implementación. Esto adquiere una relevancia significativa de cara a la COP16, donde se buscarán nuevas estrategias para abordar los desafíos del cambio climático y el desarrollo sostenible. La esencia fundamental del Programa radica en empoderar a las comunidades, brindándoles confianza en su propio desarrollo y resaltando su capacidad para generar cambios significativos en sus territorios.

Nota original:

https://www.elespectador.com/ambiente/bibo/mujeres-lideran-la-construccion-de-un-puente-en-tumaco-narino-programa-rutas-pdet/

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