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Trueque y economía sostenible: Mercatrueke cumple cinco años en Nariño

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Tomado de radionacional.co

Hace cinco años nace en Pasto, Mercatrueke, un espacio itinerante de economía circular, que tiene como finalidad intercambiar cualquier tipo de producto o servicio, sin necesidad de utilizar dinero. 

El fundamento de esta práctica es el trueque, la primera forma de comercio que utilizó el ser humano, y hoy en día es retomada para generar economías sostenibles y amigables con el ambiente. 

Ángela Ponce, coordinadora de la Fundación Cuando el Género Suena, creadores de Mercatrueke Nariño, expresa que esta es una plataforma colaborativa, “donde el trueque como práctica ancestral y cultural es el dinamizador de la participación ciudadana, la cohesión social y la transformación de paradigmas de consumo, de producción y organizativas”.

Ángela, junto a Pamela Lasso, vienen desarrollando esta estrategia desde hace cinco años, y a través del Mercatrueke han abierto espacios de intercambio como son los bancos de trueque y de tiempo, que cuentan con una moneda social para crear un sistema económico alternativo y al igual que en el intercambio prehispánico, transacciones sin dinero. 

Foto: Cortesía David García

Para lograr éxito en esta dinámica existe el banco del trueque, que cuenta con KEYA, la moneda social, “tenemos bancos de trueque, intentamos transformar las dinámicas de consumo, aquí recibimos los productos, verificamos que estén en buen estado y entregamos una moneda social, que sirve para acceder a todo lo que existe en el banco”, explica Ángela, emulando el sistema financiero y la economía. 

El banco de trueque se abre de manera itinerante una vez al mes, hace presencia en casas culturales, plazas y parques, para ello están en contacto directo con las comunidades y generan movimiento a través de las redes sociales. 

Foto: Cortesía David García

Y, el banco de tiempo es donde se puede intercambiar servicios, en este sentido, cuentan con la presencia y el apoyo de profesionales en diferentes áreas que brindan asesorías, clases, valoraciones, incluso su tiempo para hacer gestiones. 

“Y cuando hablamos de aliados podemos mencionar a artistas gestores culturales, profesores, contadores, abogados, psicólogos que dejan en el banco de tiempo clase de inglés, asesorías tributarias, son profesionales que están prestos a servir y compartir”, continúa la coordinadora de Mercatrueke. 

Hasta el momento cuentan con una comunidad de más de 100 personas, quienes tienen una billetera social, cuyo saldo es el resultado de los trueques realizados, una comunidad colaborativa en la ciudad de Pasto que ha apropiado el trueque como dinamizador social.

‘No es tener, es usar’

El objetivo principal del Mercatrueke es optimizar los recursos existentes, “nuestro slogan ‘no es tener, es usar’, da cuenta de cómo este sistema se basa en lo que tenemos y no usamos o subutilizamos, bienes y servicios, y se transforma en una herramienta de acceso, es decir que esta moneda social está basada en la confianza y el vínculo”, expresa Ángela Ponce al referirse a esta herramienta como un dinamizador social. 

Este proceso de economía alternativa tiene aportes importantes para la comunidad, como la transformación de paradigmas de consumo y producción, las dinámicas de economía circular y colaborativa, el acceso a bienes y servicios sin dinero, todas enfocadas a repensar la relación con el dinero y la acumulación.


Ángela expresa que ha sido muy satisfactorio generar estos procesos de economía social en el territorio, “con las 65 versiones del Mercatrueke, hemos logrado la articulación con la academia, las instituciones públicas y privadas y la sociedad civil en un solo escenario, con más de 30 emprendimientos aliados que han incluido en sus procesos productivos principios de economía circular”.

Los impactos han sido positivos, pues permite el acceso a bienes, servicios y alimentos sin dinero con una diversificación de oferta y demanda, con emprendedores que le apuestan a la economía circular. 

“Trae lo que quieras y llévate lo que quieras”

Muchas veces se juntan las cosas en casa, esta es la oportunidad de llevar al Mercatrueke todas aquellas cosas que no se usan, que están guardadas, esperando a ser usadas, para que lo disfruten otros y dentro de este compartir y “truequear” o intercambiar, puede escoger a cambio algo de lo dispuesto en el banco, que lo necesite y lo pueda aprovechar.  Aquí entra el trabajo colaborativo, los participantes dejan algo que no usan, pero que a otra persona si le es útil.

Pamela Lasso, en cuanto a la aceptación de la comunidad expresa que, “La gente se vincula totalmente a estas prácticas, es una práctica ancestral que nos conecta a todos y a todas, responde a la gente, se sorprenden de que pueden llevar todo lo que necesitan sin dinero.  Es una transacción sin dinero y el dar como nos gustaría recibir”.

Foto: Cortesía David García

Con este recorrido y la experiencia, el Mercatrueke ha llegado con su metodología a los municipios de La Unión al norte y Tumaco en la costa de Nariño. 

Este proceso está respaldado por la confianza, es un proceso colaborativo donde se tejen vínculos que permiten la participación ciudadana, la optimización de recursos a través de la circularidad y el tejer en red.

Nota original:

https://www.radionacional.co/actualidad/economia/economia-circular-en-narino-asi-funciona-mercatrueke

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