Por Gustavo Montenegro Cardona

Coordinador Alianza Nariño Decide

gmontenegro@fondoculturanarino.org

Los ultrajes, los insultos, la degradación del
otro o de las otras, las burlas y los desatinos informativos y comunicativos
están marcando la pauta en la campaña electoral en Nariño, y al parecer, en el
país entero.

En lugar de avanzar hacia un debate electoral
propositivo, argumentado, fundado en el respeto y la valoración del contrario
como un ser igual y digno, el panorama muestra pasos hacia la desmesura, la
falsa propaganda, el ataque violento, la deslegitimación y la presión mediática
para ganar desde la debilidad del otro y no desde la responsabilidad propia
fundada en el argumento, las ideas, la innovación y las estrategias que puedan
influir positivamente en los electores-as.

El debate electoral está en crisis. La mala
fortuna de que los extensos brazos de la corrupción, el narcotráfico, la
ambición desmesurada y las ostentaciones del poder hayan tocado tan
profundamente las raíces de la democracia participativa, se refleja en un
caótico panorama en el tiempo previo a las elecciones del 25 de octubre.

Quienes desean aferrarse al poder a costa del
interés particular están permitiendo que seguidores, anónimos, copartidarios o
inescrupulosos abusen de las condiciones de la tecnología, las redes sociales,
los sistemas de información y propaganda para inundar el escenario político de
todo, menos de lo que la ciudadanía debería tener de primera mano: propuestas
programáticas para conocer las rutas de la gobernabilidad y la gobernanza que
le aguardan durante los próximos cuatro años.

Ante la crisis hay dos opciones, trastornarse
o transformarse. Desde la Alianza Nariño Decide comprendemos que el camino de
la transformación es el que justifica que organizaciones, instituciones,
entidades, y personas naturales, sigamos creyendo en la profunda necesidad de
reconfigurar, desde la pedagogía, la comunicación, la educación y la
incidencia, este panorama oscuro que para bien de la sociedad nariñense debe
renovarse desde la ética, el diálogo, el respeto, la no agresión y la
asertividad comunicacional en el debate electoral.

No protestamos, proponemos. No imponemos,
construimos conjuntamente. Desde Nariño Decide nuestra invitación para que los
actores del debate electoral: candidatos, candidatas, jefes de campaña, jefes
de prensa, seguidores, copartidarios, beneficiarios directos o indirectos,
medios de comunicación, periodistas, firmemos un pacto por una recta final
hacia el gran día de elecciones donde la prioridad la tenga la palabra
argumentada, el discurso propositivo y la conversación política fundada en el
respeto y el reconocimiento de las dignidades humanas.

Este es un espacio de opinión destinado a
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