Año escolar: otra
ronda del fantasma (1)
ronda del fantasma (1)
pakahuay@gmail.com
Circula una
caricatura en Internet. Dos cuadros: un “Antes” y un “Ahora”. En ambos se trata
del recibo de calificaciones de una etapa escolar: los padres y su hijo frente
al maestro en su pupitre. En ambos, se deduce que las calificaciones
corresponden a un bajo desempeño del estudiante.
En el primero, visiblemente
molestos y cargando a un bebé, los padres interrogan a su compungido hijo “¿Por
qué?”. El maestro permanece serio, pero tranquilo. En el segundo, los mismos
padres, con mayor enojo, interrogan el mismo “¿Por qué” al atemorizado maestro,
ante el gesto de picardía del hijo.
caricatura en Internet. Dos cuadros: un “Antes” y un “Ahora”. En ambos se trata
del recibo de calificaciones de una etapa escolar: los padres y su hijo frente
al maestro en su pupitre. En ambos, se deduce que las calificaciones
corresponden a un bajo desempeño del estudiante.
En el primero, visiblemente
molestos y cargando a un bebé, los padres interrogan a su compungido hijo “¿Por
qué?”. El maestro permanece serio, pero tranquilo. En el segundo, los mismos
padres, con mayor enojo, interrogan el mismo “¿Por qué” al atemorizado maestro,
ante el gesto de picardía del hijo.
En esta época del
año, las secretarías de educación departamentales y municipales aumentan el
apretón a los rectores de colegios públicos, sólo públicos, en relación con los
porcentajes de pérdida de sus estudiantes. Entre menos pérdida demuestren, más
salvados están de fastidiosos interrogantes verbales y por escrito y hasta de
procesos disciplinarios. Los rectores –insisto, sólo de colegios públicos-
desfogan sus temores, convertidos en advertencias, a sus coordinadores
subalternos y éstos hacen lo mismo con sus docentes: “¡pilas!, con tal
porcentaje de “pérdida”, la secretaría se nos mete al rancho, ¡pilas!”.
Entonces los consejos académicos de estos colegios empiezan a inventarse mil
maneras de buscar normas internas para que más estudiantes “ganen”, y que éstas
no huelan a feo, a “regalo”. Las resoluciones y circulares van y vienen. Con
pocos estudiantes rezagados funcionan, con la mayoría no. En los colegios
privados son diferentes las normas: de exigencia si se trata de los de
tradicional calidad, de élite; o de relax en los “piratas” o “escampaderos”,
colegios que gradúan a quienes han fracasado en todos. Pareciera que allá
funcionaran otras leyes o que nadie averiguara nada.
año, las secretarías de educación departamentales y municipales aumentan el
apretón a los rectores de colegios públicos, sólo públicos, en relación con los
porcentajes de pérdida de sus estudiantes. Entre menos pérdida demuestren, más
salvados están de fastidiosos interrogantes verbales y por escrito y hasta de
procesos disciplinarios. Los rectores –insisto, sólo de colegios públicos-
desfogan sus temores, convertidos en advertencias, a sus coordinadores
subalternos y éstos hacen lo mismo con sus docentes: “¡pilas!, con tal
porcentaje de “pérdida”, la secretaría se nos mete al rancho, ¡pilas!”.
Entonces los consejos académicos de estos colegios empiezan a inventarse mil
maneras de buscar normas internas para que más estudiantes “ganen”, y que éstas
no huelan a feo, a “regalo”. Las resoluciones y circulares van y vienen. Con
pocos estudiantes rezagados funcionan, con la mayoría no. En los colegios
privados son diferentes las normas: de exigencia si se trata de los de
tradicional calidad, de élite; o de relax en los “piratas” o “escampaderos”,
colegios que gradúan a quienes han fracasado en todos. Pareciera que allá
funcionaran otras leyes o que nadie averiguara nada.
Es posible que la
presión para que todos “ganen” no comience ni siquiera en las secretarías de
educación. Hoy son los padres de familia quienes inician esta cadena ante las
secretarías. Hay que sumar la ineficiencia del ministerio de educación cuyos
titulares han venido de bandazo en bandazo en los diferentes gobiernos, a quienes no les importa sino sólo mostrar
cifras y porcentajes ante el FMI, para conseguir algún humillante préstamo que
desaparecerá en nuestro mar de corrupción. Muchos padres han descartado
definitivamente que sólo el esfuerzo personal es el único medio efectivo para
aprender cualquier disciplina. El histórico desarrollo de la humanidad
demuestra que cualquier método sirve así algunos atraigan más que otros, pero
ninguno puede descartar el esfuerzo personal. Tampoco es justo cerrar los ojos
ante la ineficiencia de algunos docentes adheridos al sistema educativo como a
una tabla de salvación salarial, pero esto no es la regla, ni siquiera un
porcentaje significativo. De quienes han llegado a la docencia como manera de
vida así no hayan estudiando la carrera docente, varios se han quedado allí con
amor, paciencia y esfuerzo personal y hoy son excelentes maestros. De quienes
no pueden negar su frustración, la mayoría ha desertado.
presión para que todos “ganen” no comience ni siquiera en las secretarías de
educación. Hoy son los padres de familia quienes inician esta cadena ante las
secretarías. Hay que sumar la ineficiencia del ministerio de educación cuyos
titulares han venido de bandazo en bandazo en los diferentes gobiernos, a quienes no les importa sino sólo mostrar
cifras y porcentajes ante el FMI, para conseguir algún humillante préstamo que
desaparecerá en nuestro mar de corrupción. Muchos padres han descartado
definitivamente que sólo el esfuerzo personal es el único medio efectivo para
aprender cualquier disciplina. El histórico desarrollo de la humanidad
demuestra que cualquier método sirve así algunos atraigan más que otros, pero
ninguno puede descartar el esfuerzo personal. Tampoco es justo cerrar los ojos
ante la ineficiencia de algunos docentes adheridos al sistema educativo como a
una tabla de salvación salarial, pero esto no es la regla, ni siquiera un
porcentaje significativo. De quienes han llegado a la docencia como manera de
vida así no hayan estudiando la carrera docente, varios se han quedado allí con
amor, paciencia y esfuerzo personal y hoy son excelentes maestros. De quienes
no pueden negar su frustración, la mayoría ha desertado.
Hoy las secretarías y
el ministerio están buscando la fiebre en las sábanas. En artículos anteriores
lo he señalado, pero al parecer habrá que volver al asunto.
el ministerio están buscando la fiebre en las sábanas. En artículos anteriores
lo he señalado, pero al parecer habrá que volver al asunto.
Nota.- Es francamente
ofensiva con sus habitantes la actitud de indiferencia de la administración municipal
de El Carmen de Viboral en cuanto al mantenimiento del carreteable que saliendo de ese municipio y pasando por las
veredas Rivera (El Carmen), Las Mercedes y El Chagualo (Marinilla), llega a la
llamada autopista Medellín-Bogotá. El tramo correspondiente a Marinilla está
casi en estado aceptable. Pero desde Rivera hasta El Carmen, es una vergüenza.
05.XI.12
ofensiva con sus habitantes la actitud de indiferencia de la administración municipal
de El Carmen de Viboral en cuanto al mantenimiento del carreteable que saliendo de ese municipio y pasando por las
veredas Rivera (El Carmen), Las Mercedes y El Chagualo (Marinilla), llega a la
llamada autopista Medellín-Bogotá. El tramo correspondiente a Marinilla está
casi en estado aceptable. Pero desde Rivera hasta El Carmen, es una vergüenza.
05.XI.12
Este es un espacio de
opinión destinado a columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las
opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan
los espacios destinados a este fin por el blog Informativo del Guaico y no
reflejan la opinión o posición de este medio digital.
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