Nariño, tierra de paisajes impresionantes y profunda tradición religiosa, ofrece una variedad de sitios turísticos religiosos que son imperdibles durante la Semana Santa.

Entre ellos destacan:

El santuario de la Virgen de la Playa:

Este magnífico templo de estilo gótico se erige majestuoso sobre una peña en San Pablo, junto a las aguas del río Mayo, por la vía que conduce a Florencia, Cauca.

La historia cuenta que en 1852, el coronel Manuel Fernández de Córdoba se refugió entre las rocas para protegerse y, en ese momento, pintó una imagen rústica de la Virgen junto al Niño Jesús. Con el paso del tiempo, esta representación se desvaneció, pero en 1908, los devotos construyeron una pequeña choza para peregrinaciones y retocaron su pintura.

Gracias a la devoción de sus fieles, en 1909 se erigió un templo oficial. Dos años después, se dice que en este templo se produjo la aparición de la Virgen a la madre Rosa María Guerrero de la comunidad bethlemita. Esto atrajo visitantes de todo el mundo, lo que llevó a la construcción de un templo más grande en 1927.

La estructura cuenta con tres naves, cada una con bóvedas. En el fondo de la nave central, se conserva una pared de roca donde reposa la imagen de la Virgen, con diversas modificaciones realizadas por artistas a lo largo del tiempo.

La Virgen de la Playa, como es conocida por los habitantes de San Pablo, fue coronada el 6 de junio de 2001, un acontecimiento histórico tanto para la localidad como para la comunidad religiosa.

Este lugar ofrece una experiencia única para los visitantes, quienes pueden admirar la arquitectura impresionante y sumergirse en la historia y la espiritualidad que emana de sus muros centenarios.

La Ermita Santa María Magdalena:

En un lugar que parece sacado de un cuento de hadas, rodeado de una belleza natural impresionante, se encuentra la Ermita Santa María Magdalena, una edificación construida enteramente en piedra en 1970.

Al acercarse, se divisa una imponente estructura que se alza entre las montañas de Nariño, con elementos del estilo romano que se destacan en los arcos sostenidos por columnas rectangulares, así como en sus ventanales y pasillos.

Esta edificación consta de dos partes distintas: el templo de La Ermita y el convento de los Hermanos Menores del Corazón Inmaculado de María. La Casa Parroquial, de estilo arquitectónico ecléctico, complementa la belleza del conjunto y destaca entre las montañas de San Lorenzo.

Geográficamente, este monasterio se encuentra en la vereda San Francisco, perteneciente al municipio de San Lorenzo, aunque religiosamente está asociado al municipio de Arboleda debido a su cercanía geográfica con esta localidad.

Santuario de Jesús Nazareno de El Tambo:

Esta bella y milagrosa imagen fue traída desde Quito por los frailes de Santo Domingo a la ciudad de Pasto. Según documentos de la época, la imagen llego a Pasto en 1605, cuando era Prior el Padre Juan de Mesa y permaneció hasta 1725 año en el que se quedó definitivamente por su propio poder en floreciente y hermosa población de El Tambo.

El Fraile Vicente e Mendoza regia la categoría prioral de los dominicos y tenían como necesidad primera el ensanche y construcción de otras naves de la iglesia.

El Consejo eclesiástico y comunidad se determinó que para recolectar limosnas para dichos gastos, se sacara una imagen de Jesucristo con un itinerario preestablecido de antemano que sería el de recorrer algunos alrededores de la ciudad de Pasto y llegar hasta poblaciones donde lo pusieran. Fue así como la
brillante idea del fraile José de Valderrama y aprobada por los padres Francisco de Húngara, Pedro Sarmiento, Hernando Córdoba y Agustín Fuenmayor se dio comienzo a la gira sagrada que haría la portentosa imagen de Jesús Nazareno, que para tal recorrido fue escogida como por un designo divino.

Al llegar a la población de El Tambo tuvo una nutrida aclamación a su paso por veredas, caseríos y se constituyó en un día de fiesta comunitaria, se paralizo hasta el mismo mercado del día domingo porque el júbilo fue general. Fue su domingo de ramos en El Tambo.

Hubo una misa principal en la iglesia del lugar oficiada por el cura párroco Juan Bautista Gómez de Castilla.

Antes de llegar la imagen de Jesús Nazareno a El Tambo, cinco años después de la fundación del pueblo en 1713, había una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Natividad y a la virgen de Dolores.

Con los años se fundaron las famosas cofradías que despertaron entre las mujeres más importantes de la población un fervor inusitado y ejemplar.

El ilustre divino visitante, Jesús Nazareno recorrió las veredas de la Espada, Capulí, Trojayaco, Chuza, San Pedro, Pocaurco, Ancayaco, la Torrecilla, Charge y Guallimbamba, pero al regresar nuevamente a El Tambo, se pensó en llevar la imagen hacia Pasto. Se hicieron los preparativos correspondientes de
salida la víspera, pero al tratar de levantar la bendita imagen de Jesús Nazareno, ninguna fuerza humana de tres hombres bien fornidos la pudieron mover.

Sudaron hasta el cansancio y se mostraron incapaces de levantarlo. Una fuerza misteriosa, tal vez la de el mismo Jesús impidió lo sacaran de El Tambo, él quiso quedar allí para siempre, acompañándolos, bendiciéndolos y ayudándolos.

Se quiso quedar en El Tambo porque históricamente era uno de los “tambos” o lugares preincaicos de descanso y negocio más sanos, donde el caminante encontraba reposo espiritual, los negocios se los emprendía con serenidad y conciencia para favorecerse mutuamente.

Con todas sus llagas, dolores, heridas y mucha sangre principalmente la que se desprende de la cabeza, Jesús Nazareno en El Tambo para bañar su rostro con el sudor del trabajo limpio del campesino Tambeño, esta con la mirada moribunda puesta en el alma y en la mirada moribunda puesta en el alma y en la mirada de cada habitante de El Tambo, desde los niños hasta los ancianos, esta es la imagen bendita con una paz celestial que impresiona y sus manos prestas a bendecir, aliviar y ayudar a todos. Así quedo bendecido este paraje sureño del Cauca.

En un documento del archivo de los dominicos en Quito, se encuentra una hoja de papel con estos datos curiosos que de pronto los mismos escultores la hicieron: “En la cabeza de la imagen de Jesús Nazareno tiene tres potencias, le corre la sangre por la corona de espinas y baña su rostro, ocho gotas que le caen
al cuello.

Está sentado en un sillón, le pende una cadena que llega a las dos manos y termina en unas borlas o nudos metálicos con los que fue azotado. Túnica y capa morada. Los pies con dos pintas de sangre. Cabello largo con bigote como eran los habitantes de Nazaret, barba, túnico en adornos bordados en oro, manos llagadas y ensangrentadas. El rosto presenta dos heridas en cada pómulo.

Imagen hecha en la escuela de Quito. Los ojos tienen la expresión de dolor, el derecho está casi cerrado, caído y el izquierdo abierto y expresivo, una mirada divina de redención para quien lo mira”.

El Jesús Nazareno de El Tambo quien seguirá bendiciendo y consolando corazones de los hijos de El Tambo por muchos siglos más.

Basílica Nuestra Señora del Rosario de Sandoná:

La Basílica Nuestra Señora del Rosario en Sandoná, se construyó entre 1946 y 1968 por la compañía de los arquitectos Julián Espinosa (hijo de Lucindo Espinosa) y Gerardo López, quienes se encargaron de la elaboración de los planos, donde se expresaba que “debía ser en estilo gótico, con detalles y demás requisitos de la nueva obra”.

Esta maravillosa construcción se logró gracias a que los “sandoneños” se unieron para recaudar fondos y materiales. Fue edificada con piedra sillar, plomo y cal.

La Basílica alberga al Señor Crucificado, una obra tallada en madera por el maestro pastuso, Alfonso Zambrano, la cual mide 6,50 metros de alto; se cree que es la imagen de altar más grande de Sudamérica.

La basílica Nuestra Señora del Rosario de Sandoná, fue declarada bien de interés cultural de carácter nacional por parte del Ministerio de Cultura mediante Resolución 1615 del 26 de noviembre de 1999.

Santuario de Nuestra Señora de Visitación de Ancuya:

A 60 kilómetros de la ciudad de San Juan de Pasto se encuentra el Santuario de nuestra señora de la Visitación, en el municipio de Ancuya.

Llegar a este pequeño pueblo del occidente de Nariño y encontrarse con este hermoso Santuario Mariano es mirar la combinación perfecta entre fe, encanto y creencias populares, unidas para crear la fé y al amor a la patrona de los ancuyanos.

¿Por qué visitar el Santuario de Ancuya en época de Semana Santa? Todas las personas que visiten este hermoso pueblo pueden tener un reencuentro con la espiritualidad por medio de la madre de Jesús en su advocación de la Virgen de Visitación, ese encuentro de reflexión hacia el amor de Dios.

También puede apreciar la joya arquitectónica de su templo, disfrutar del excelente clima, de su gastronomía como son los helados de Paila, las rosquillas, las melcochas, el frito ancuyano y demás platos que se preparan en la región.

Templo del Señor de los Milagros de Túquerres:

El Martes Santo, es considerado por lo tuquerreños como el día de su Santo Patrono, El Señor de los Milagros. Durante todo el día, cientos de fieles llegan desde diferentes regiones de Colombia para vivir un momento de profunda reflexión y devoción en el templo, donde veneran la sagrada imagen de Jesús, representado en su camino hacia el calvario, siendo afrentado, ultrajado y escarnecido.

La solemnidad de este día se palpa en las calles de Túquerres durante la procesión de Las Siete Caídas, un momento mágico en el cual se cree que el Señor de los Milagros derrama sus bendiciones sobre la ciudad, enseñándoles que, a pesar de las caídas, la esperanza reside en Jesucristo y su plan de salvación.

Familias completas se unen con profunda fe y devoción a esta conmemoración, participando en todos los eventos religiosos de la Semana Santa.

Imagen del Cristo Redentor de Ospina:

Foto: Es Noticia Nariño

En el mes de junio del 2023 se inauguró la imagen de Cristo Redentor, ubicada en el municipio de Ospina. Tiene aproximadamente 20 metros de altura.

Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas de Ipiales:

Este hermoso templo es una de las maravillas arquitectónicas  más apreciadas en Colombia, su construcción sobresale entre los riscos de la cordillera de los andes, lo que hace de este un mango lugar para apreciar la cultura y disfrutar del turismo religioso.

La catedral es un templo de estilo romántico y estructura elegante, en su parte interior presenta estilos dóricos, el más antiguo de los órdenes arquitectónicos clásicos. El templo consta de cuatro amplias naves y de una fachada principal simétrica. El altar está elaborado en roca de 3m. 

En su fachada principal se levanta imponente “Jesús Sacramentado” y en su interior se destaca el arte regional en los retablos, principalmente el que cubre la cúpula del altar, formado por ocho columnas talladas en madera de cedro que representan una historia, obra del arquitecto y ebanista pastuso Lucindo Espinosa, reconocido por su la construcción del Santuario de Las Lajas. Su interior también lo engalanan los cuadros al óleo del maestro nariñense Isaac Santacruz. 

Durante la Semana Santa, estos lugares ofrecen una oportunidad única para reflexionar, meditar y renovar la fe en un ambiente de paz y serenidad.

Con información de la Gobernación de Nariño, Irma Zambrano, Jimena Betancourt.