
Este martes 2 de noviembre en toda la población cristiana a nivel mundial se conmemora el día de los difuntos, fieles difuntos o el día de los muertos, como se acostumbra a llamarlo en la república de México.
En Sandoná hay dos costumbres tradicionales relacionadas con el día de los difuntos: la que se realiza en el corregimiento de El Ingenio conocida como “El Grito de Ánimas” y las visitas a los cinco cementerios existentes en el territorio municipal.
El Grito de Ánimas es un costumbre centenaria que se realiza en el corregimiento de El Ingenio, el primero de noviembre en horas de la noche, que consiste en pedir que la comunidad rece “cinco padrenuestros y cinco avemarías por las benditas ánimas del purgatorio”. La solicitud la realizan, mediante gritos, un grupo de personas conocidos como “los animeros”.
Las visitas a los cementerios, dos del sector urbano y tres en los corregimientos de El Ingenio, Santa Rosa y Santa Bárbara, se han incrementado en los últimos 30 años. La gran mayoría de personas lleva flores a las tumbas de sus seres queridos, en donde rezan algunas oraciones. Los sacerdotes de igual manera programan eucaristías especiales en estos lugares, conocidos anteriormente como panteón o camposanto.
Para facilitar el acceso a los camposantos o panteones, como eran llamados antiguamente los cementerios, la Administración Municipal ejecutó cuatro proyectos de mejoramiento de las vías. Inicialmente se realizó el adoquinamiento de la vía a los dos cementerios del sector urbano; con el paso del tiempo se adoquinó la vía de acceso al cementerio de El Ingenio y de igual manera de la vía de acceso al cementerio de Santa Rosa; en Santa Bárbara se construyó una placa huella al cementerio de este lugar.
La muerte está rodeada de un gran misterio que algunos no alcanzan a comprender. Aunque claro desde el punto de vista biológico es sencillo: los seres vivos nacen, crecen, algunos se reproducen y finalmente mueren.
La gran mayoría no lo considera tan sencillo por el apego emocional al ser querido, razón por la cual cuando alguien de la comunidad fallece, para los familiares y los más cercanos este hecho se convierte en un verdadero drama. Los psicólogos señalan que ante esta situación se desarrollan tres fases: la negación, la aceptación y el duelo. Algunas personas pasan meses y hasta años para aceptar que su ser querido murió.
Los sacerdotes de Sandoná se alistan para celebrar la eucaristía por los difuntos en los cementerios, las cuales tienen una parte especial llamada “responsos”, mediante el cual los religiosos nombran a las personas que partieron a la eternidad.
Con todo cariño recordamos a nuestros seres queridos, elevamos oraciones por su eterno descanso y les pedimos que nos ayuden en cada uno de nuestros proyectos de vida.
Fotos de archivo