El inefable vice

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Por: Alejandro García Gómez
Columna desde Nod
Hasta ahora la Vicepresidencia, creada por la Constitución del 91, ha sido inútil en resultados y onerosa en gasto público. Y eso que hasta ahora el único que ha disfrutado de las mieles de la Pensión Vitalicia Presidencial ha sido el difunto payanés Carlos Lemos Simons, relevo de De la Calle, “presidente de muñequero” según el escritor César Herrera (novela “Isolina”, 2003) porque su “reinado” de una semana sólo alcanzó para que sus amigos y familiares lo condecoraran con órdenes de abolengo payanés y para que su joven y bella viuda disfrute, de por vida, la jugosa pensión a costa de los impuestos a los colombianos: agradecimientos del elefante del ex Presidente Samper.
La oportunidad de cada vice ha sido una conveniencia forzosa: De la Calle era candidato de una fracción liberal a quien era imprescindible atraer; Bell Lemus (vice del fatuo Pastrana) un intelectual de la Costa, región a cuyo inmenso caudal electoral había que amarrar; Pachito Santos (Uribe I) aseguraba ligue con los voceros de la oligarquía bogotana y con sus medios de comunicación, además de que poseía la medalla de ser ex secuestrado para mostrarlo internacionalmente; en Uribe II el discreto ex presidente afirmó que fue por solicitud (¿lagartería?) de Pachito. ¿Y Angelino? Es la vocería de la izquierda arrepentida, arrepentida porque de seguir así jamás, como individuos, llegarían a los puestos de mayor poder en la nación. Angelino Garzón militó hasta en el Partido Comunista y en todas sus vertientes como dirigente sindical. Ahora pareciera ser el consueta de Julio Roberto, otro dirigente sindical a quien le han prometido, al parecer, Ministerio del Trabajo, de destrabarse la supresión realizada en Uribe I.
Entre las  muchas maromas del candidato y ahora Presidente Santos, ¿por qué lo escogió como su fórmula vicepresidencial? Vaya a saber uno si ese fue otra de las exigencias de la otra ala derecha, de la de la gran confraternidad -de la que hablé en el artículo anterior (El personaje del año, EL MUNDO 30.XII.10)- al entonces candidato Santos. Porque consejo o exigencia ni del Opus Dei ni de los de la seguridad democrática de seguro que tampoco fue. Angelino -ex militante de la izquierda y que quién sabe si para escalar donde está haya sido impulsado por la otra confraternidad, como dije- es la carta de presentación ante los sindicatos gringos del Partido Demócrata para alcanzar las prebendas que se le negaron a Uribe I y II, principalmente el humillante y gravoso TLC, que con llanto y de rodillas lo reclama nuestra burguesía.
Pero Angelino, cuyas dotes de político vienen desde abajo, no querrá contentarse con haber sido Vicepresidente del país. Es posible que, dentro de su desinteresado servicio a la patria, desee convertirse en el Lula colombiano para las generaciones venideras. Como tiene las dotes del político enseñado a bailar siempre con la más fea, ahora que está bailando con la más codiciada, no soltará la presa hasta obtener sus deseos. Ya tiene un pequeño principado en su Departamento natal, motivo de celos y envidias de su burguesía, quien lo conoció cuando era casi un Don nadie del poder.

Nota de nuevo libro.- “Caucanos en la Independencia”, de Guido Enríquez Ruiz, publicado por la Gobernación del Cauca en 2010 con motivo del Bicentenario de la Independencia. Este escritor tiene alrededor de una veintena de libros publicados, ha sido profesor de la U del Cauca, domina alemán, francés, griego hebreo, inglés, italiano, latín y portugués. Pasear por cualquier calle de Popayán con Guido Enríquez es caminar por el mundo de la historia, la antropología, la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, la literatura, la gastronomía, la cultura en general de su pueblo caucano y payanés. Es muy bella su traducción del Gran Canto de Salomón (conocido como Cantar de los Cantares) desde el idioma original en que fue escrito por el sabio y progresista rey. Popayán y el Cauca le deben un reconocimiento a su cultor. 

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