El despertador de sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
En respuesta a la proclamación que Su Santidad el Papa Pío XII hiciera el 15 de mayo de 1950 declarando a San Juan Bautista de La Salle como patrono de los educadores, Mariano Ospina Pérez, presidente de la República, aprovechó este hecho y decretó que, cada 15 de mayo, se celebre en nuestro país el Día del Educador Colombiano
Aún es oportuno ocupar estas páginas para rendir nuestro homenaje de reconocimiento y gratitud a todos los maestros de Pasto, de Nariño y de Colombia por esa noble misión que, con vocación, entrega y mística, desempeñan, la noble labor de educar y formar a esos niños y a esos jóvenes puestos bajo su responsabilidad.
Mi reconocimiento y mi gratitud perenne, primero para quienes fueron mis maestros, que aún los llevo en mi mente y en mi corazón, sin olvidarlos un solo instante, pues a ellos, a sus sabias enseñanzas, oportunos y atinados consejos; entre ellos, a mi padre, “el profesor Arturo”, un maestro de escuela durante más de treinta años y que ahora desde el cielo me mira, me guía y me acompaña, les debo mucho de lo que, también durante más de 40 años fui como maestro, un maestro de vocación y convicción.
Mi saludo, pues, a mis maestros de los bancos escolares del CCP y de la Normal del Pedagógico Militar, que ya pensionados, Dios aun los tiene entre nosotros, lastimosamente olvidados, mis profes Augusto Gelpud, Manuel Narváez, Segundo Rosero Alomía, Guillermo Chávez, Laureano Martínez, Jair Suárez; Carlos Burbano, Nell Antonio Rosero, Edgar Mejía, Fanny Cabrera; a mis maestros consejeros, Gilberto Granja, Miguel Arciniegas, Luis Antonio Calvache y otros que se escapan de mi memoria, mi eterna gratitud y también saludo a mis hermanos, sobrinos, igual que a mi hija Paola Andrea y esposa Ana Cristina.
Saludo también a quienes fueron mis compañeros maestros, primero en Carlosama, después en Villamoreno, Liceo Boyacá, Pedagógico Militar, Ciudad de Pasto y Ciudadela Educativa de Pasto, e invitarlos, ellos que aún desempeñan su noble labor, mucha entrega y dedicación no solo en la instrucción sino y ante todo, en la formación como personas, críticas y propositivas, pero también valorando realmente la importancia de nuestros estudiantes.