Este jueves en horas de la tarde en el Hospital Departamental de la ciudad de Pasto, falleció el señor Alejandro Maya Mera, a la edad de 81 años, informaron sus familiares.
Alejandro nació en la ciudad de Loja, capital de la provincia que tiene el mismo nombre, república de Ecuador, el 18 de abril de 1940 en el hogar formado por el señor José Antonio Maya y la señora Laura Mera. La familia Maya Mera la integraron, de igual manera, Laura, Pedro y Piedad.
Siendo niño sus padres se trasladaron de Loja, a la ciudad de Riobamba, donde pasó su adolescencia y parte de su juventud. Fue cuando tuvo la inquietud de aprender a tocar guitarra; no pudo aprender a tocar este instrumento, sin embargo se dedicó al canto en compañía de Luis Enrique Valencia Miranda, integrante del famoso dúo ecuatoriano Valencia Aguayo.
En Riobamba, la capital de la provincia de Chimborazo, aprendió el oficio de la joyería, que le marcó su vida.
En el año de 1960 emprendió viaje por fuera de las fronteras patrias con el fin de buscar nuevos horizontes.
Llegó a Pasto y se instaló en el Hotel Colombia, ubicado en la carrera 22 a un costado del templo de Nuestra Señora de las Mercedes. De este hotel eran propietarios Jeremías Vallejo y María Alcántara Cajigas, quienes habían salido de El Ingenio, Sandoná, unos meses atrás, con toda su familia.
En la capital del departamento de Nariño, Alejandro empezó a trabajar de obrero en la joyería El Diamante, ubicada en la calle 24 arriba del parque Nariño.
Después de unos meses de permanecer en Pasto, contrajo matrimonio con la señora Francisca Vallejos Cajigas, de cuya unión nacieron sus hijos Carlos, José Fernando (Chepe), Wilson, Ana María, Ruth y Patricia.
A los pocos días de haberse casado y con la ayuda de sus suegros Alejandro instaló la joyería La Esmeraldina en el primer piso del Hotel Colombia, en la calle 22 No. 17-65. En este lugar elaboraba anillos, aretes, argollas de matrimonio en oro de 18 y 14 kilates y de igual manera reparaba joyas.
Con su trabajo compró su propia casa ubicada unas cuadras más arriba de la joyería, en la carrera 22 un poco más debajo de la Avenida Boyacá.
A los pocos meses de instalar su joyería, Alejandro se dedicó a la enseñanza del oficio: el primer alumno fue su cuñado Gabriel y el segundo el señor Bolívar Mendoza, con quien tuvo una gran amistad. Con el paso del tiempo fue profesor de joyería de sus hijos, quienes en su mayoría se dedicaron a este oficio en la ciudad de Pasto; su hijo mayor, Carlos, lo hizo en varias ciudades: trabajó en Pasto, en Sandoná, en Cali y en San José de Costa Rica, en donde reside en la actualidad, con su familia.
La familia Maya Vallejo tuvo que soportar varias adversidades, entre ellas la muerte de Wilson (Pincho), ocurrida a comienzos de la década de los años 90s del siglo pasado.
Con el paso del tiempo con su esposa estableció su residencia en la misma carrera 22, a media cuadra de San Andresito. Su esposa Francisca lo acompañó hasta el mes de septiembre de 2008, cuando viajó a la eternidad.
La música, que fue su afición, pudo desarrollarla con su nueva familia en la ciudad de Pasto, ya que su suegro Jeremías tocaba bandola y guitarra y el interpretaba los pasillos, albazos, sanjuanitos ecuatorianos, en diferentes fiestas y programaciones.
Alejandro recordaba la anécdota de la vez que llegó a Pasto el Dúo Valencia Aguayo a presentarse al Molino Rojo, un grill que quedaba en la calle 18. Tanto Lucho Valencia como Néstor Aguayo llegaron a visitarlo al hotel Colombia, días antes de la presentación. El día de la presentación Lucho se enfermó y Alejandro fue el compañero de Néstor en el grill mencionado, sin que nadie haya notado que no era el cantante original.
Cuando llegaba al Ingenio los grupos musicales de este lugar siempre lo invitaban a cantar y a mediados de los años 70s conformó un grupo que grabó un casette con la música de su patria y en las fiestas siempre le pedían que cante la tonada “La naranja”, que interpretan los Hermanos Miño Naranjo.
Con él aprendimos a apreciar la música ecuatoriana, especialmente la del Dúo Valencia Aguayo. Temas como “Acuérdate de mí”, “Eterno amor”, “Primo de chola”, “El último beso”, “Ay no se puede”, “El cóndor pasa”, entre muchos tantos.
La otra afición de Alejandro fue el fútbol, a los pocos meses de llegar a Pasto se integró con los practicantes de este deporte. Fue así que pudo demostrar su talento como arquero, razón por la cual hizo parte de la plantilla del Atlético Nariño, uno de los buenos equipos pastusos.
En la década de los años 70 jugó varios partidos en El Ingenio, inicialmente en la cancha ubicada en el polideportivo y posteriormente en la cancha en donde se practica el balompié hasta la actualidad.
En 1981 hizo parte del grupo que fundó el Club Chacaguaico, integrado por jugadores de la colonia de El Ingenio residente en la ciudad de Pasto. En su casa se realizaron las reuniones que permitieron la fundación de club que se ha mantenido durante 40 años.
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Con el Chacaguaico participó en un campeonato veredal en El Ingenio y dos interbarrios en Sandoná y luego en torneos jugados en los barrios perimetrales de la capital nariñense.
En los últimos 25 años Alejandro atendió el llamado de su esposa e ingresaron a un grupo religioso católico, el Camino Neocatecumenal, con el cual recorrió varias ciudades colombianas y de igual manera acompañó los eventos religiosos de sus familiares y amigos.
El pasado domingo 3 de octubre de 2021, acompañado de sus familiares, Alejandro visitó Sandoná y luego estuvo en El Ingenio.
Las honras fúnebres (inhumación) se realizarán este viernes a partir de las 4 de la tarde en el Cemenario Jardines de las Mercedes y luego un homenaje en la sala de velación Jardines de Cristo Rey de la ciudad de Pasto.
Nuestras voces de pesar para sus hijos Carlos, Chepe, Ana María, Ruth Elena y Patricia, demás familiares y amigos.
Paz en la tumba de Alejandro Maya Mera.
Mis condolencias mi amigo Chepe , con lágrimas en los ojos recuerdo innumerables jornadas que acompaño don Alejandro al equipo CHACAGUAICO .
Que descanse en paz Don Alejandro 😢😢.