La historia oculta de la mujer minera

Elsy Melo Maya, columnista
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Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com

“En uno de los tantos encuentros con líderes sociales y estudiantes de Administración pública de la subregión de la cordillera, enfocamos la problemática social que enfrentan las mujeres mineras, ahí donde los detalles ocultos del trabajo llamado barequeo y morreo y el trato al cual se enfrentan determina su situación familiar y personal, situación que a diario arriesga la vida y la supervivencia de manera infrahumana de niños, niñas jóvenes adultos y mayores, sometidos sin saber a condiciones de explotación por grupos que monopolizan el territorio aurífero de los afluentes hídricos del río Patía.  

Hasta el año 2020, la actividad minera se realizaba de manera artesanal por pequeños grupos de personas que conocían el oficio de la transformación del oro en joyas, dándole un valor agregado, el cual contribuye de alguna manera a aumentar los ingresos de las mujeres. Sin embargo, en la actualidad el oro producido se utiliza para comercializar a gran escala y vender a intermediarios que acaparan gran parte de la producción para enviar a las industrias transformadoras, situación que viene incrementando la inversión en máquinas extractoras y con ellas los impactos ambientales y deterioro de las fuentes de agua de la región.

Los cambios operativos del ejercicio minero artesanal al proceso mecanizado son producto de las nuevas políticas de erradicación y rebaja de la demanda de cultivos ilícitos, situación que ha obligado a amplio sector campesino y a inmigrantes a trasladar sus operaciones productivas a la actividad minera en donde se incluye la mano de obra de la mujer en la parte operacional como barequera o morriera , condición laboral que se desarrolla al momento que las máquinas acondicionadas para trabajo pesado intervienen los peñones o rocas que se encuentran en el río y que la máquina les hace cortes milimétricos para localizar las vetas de oro, es aquí donde las mujeres intervienen recogiendo y lavando los desechos de las máquinas y enfrentando la violencia competitiva por un gramo de oro que se encuentre.

Como se puede ver las nuevas tendencias económicas que se fijan en el mercado del oro, impactan en la cultura tradicional de los raspachines hombres y mujeres para convertirlos en obreros de las grandes extractoras en su mayoría ilícitas que socavan la tierra y horadan las quebradas y riachuelos del gran Patía, proceso que incluye mujeres jóvenes y mayores que nos cuentan con la atención y protección estatal que garantice su supervivencia después del acarreo en sacas las arcillas y pedazos de roca para reiniciar un nuevo barequeo y morreo en su afán de encontrar un gramo de oro no recuperado.

Hito que contraviene los logros alcanzados en la convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer: derechos de la mujer como derechos humanos, los cuales se agruparon en: derechos políticos o civiles, derechos económicos, sociales y culturales, derechos sexuales y reproductivos”. (Docente Especialista ESAP – David Ernesto Villarreal V).

Mayo 20 de 2024

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