Mi ventana
Por Ramiro García
ramigar71@hotmail.com

Como tantos emigrantes sandoneños calificados, Luis Alberto Fajardo, economista y banquero en uso de buen retiro, a mediados de los años sesenta emigró con escasos dieciséis años a Bogotá, dejando atrás una huella como buen futbolista y estudiante aplicado de secundaria en el IESTA.

A propósito, en una de las primeras ediciones del campeonato de fútbol intercolegiado departamental de Nariño, celebrado en lo que se conocía como la cancha lija, Luis Alberto, Carlos López y Colón Delgado -por aquellas arbitrarias e insólitas interpretaciones guaicosas del reglamento-, fueron los únicos verdaderos estudiantes que integraron la selección del colegio Santo Tomás de entonces; los demás eran duchos futbolistas de equipos locales, con dudosa condición de colegiales. Entre otros, Everardo Narváez, Franco y Silvio Hidalgo, Gabriel Rivera, el profesor Gerardo Lucero, etc.

Muchas décadas después de esa época, la portabilidad genética deportiva se expresó en su nieto Martín Fajardo Salazar, un chico bogotano de 12 años y estudiante de secundaria, quien luego de incursionar con constancia, paciencia y vocación, escaló progresivamente diferentes categorías en la disciplina deportiva de esgrima, hasta que el pasado diez de diciembre de 2021 se coronó en el Centro La Felicidad El Tunal de la nevera bogotana, como Campeón de la Copa Nacional, categoría 13, en Florete masculino.

Desde luego que el deporte de la esgrima es inédito en nuestra preferencia y actividad deportiva regionales; no obstante, es motivo de orgullo que este joven deportista por cuyas venas circula sangre sandoneña, haya logrado ese meritorio triunfo nacional. Es un prospecto que promete más triunfos futuros en ese deporte de combate con arma sin filo, únicamente de contacto entre dos adversarios.

Algún día, Martín tendrá la oportunidad – y privilegio- de conocer el encantador poblado de sus ancestros; por ahora, celebramos ese importante logro deportivo como propio.

Felicitaciones a Martín; también a sus padres Natalia y Carlos Alberto, por su apoyo permanente.

PD. A las puertas de festividades de navidad y año nuevo, envío a mis lectores un mensaje de permanente salud, así como éxitos seguros en sus metas proyectadas para el 2022.

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