Visión de mujer
Por Elsy Melo
Maya
Maya
De conformidad
con los diversos estudios efectuados por violentólogos, es casi el común
denominador encontrar un ciclo repetitivo en los casos de violencia física
intrafamiliar ejercida contra la mujer, el cual debe ser reconocido por las
víctimas con el propósito de poder actuar adecuada y oportunamente en defensa
de su integridad.
con los diversos estudios efectuados por violentólogos, es casi el común
denominador encontrar un ciclo repetitivo en los casos de violencia física
intrafamiliar ejercida contra la mujer, el cual debe ser reconocido por las
víctimas con el propósito de poder actuar adecuada y oportunamente en defensa
de su integridad.
Es frecuente
que durante el noviazgo, el futuro compañero manifieste su incapacidad para
manejar la rabia o su sentido de posesión hacia la novia, terminando en lo que
se constituye por lo general en el inicio del maltrato. Estas expresiones en la
mayoría de los casos, no son interpretadas por parte de la mujer como una señal
de alarma que debería ser analizada y por el contrario, se interpreta como una
expresión de amor.
que durante el noviazgo, el futuro compañero manifieste su incapacidad para
manejar la rabia o su sentido de posesión hacia la novia, terminando en lo que
se constituye por lo general en el inicio del maltrato. Estas expresiones en la
mayoría de los casos, no son interpretadas por parte de la mujer como una señal
de alarma que debería ser analizada y por el contrario, se interpreta como una
expresión de amor.
Posteriormente
la vida cotidiana, las tensiones en una relación de posesión, dependencia o
autoritarismo, trae consigo los conflictos que se expresan inicialmente como
reclamos y exigencias ante las cuales la mujer suele adoptar una actitud de
sumisión o resistencia pasiva. Finalmente la tensión se expresa con agresión
física acompañada de violencia psicológica y la víctima responde sorprendida,
no sabe qué hacer ni cómo interpretar lo ocurrido. La mujer se siente
avergonzada ante la agresión de su compañero y en algunos casos excepcionales,
el hombre puede sentir arrepentimiento; se dan entonces explicaciones y excusas
que por regla general lo justifican, pues todo conduce a identificar la razón
como ella provocó y es la única causante del hecho agresivo en su contra.
la vida cotidiana, las tensiones en una relación de posesión, dependencia o
autoritarismo, trae consigo los conflictos que se expresan inicialmente como
reclamos y exigencias ante las cuales la mujer suele adoptar una actitud de
sumisión o resistencia pasiva. Finalmente la tensión se expresa con agresión
física acompañada de violencia psicológica y la víctima responde sorprendida,
no sabe qué hacer ni cómo interpretar lo ocurrido. La mujer se siente
avergonzada ante la agresión de su compañero y en algunos casos excepcionales,
el hombre puede sentir arrepentimiento; se dan entonces explicaciones y excusas
que por regla general lo justifican, pues todo conduce a identificar la razón
como ella provocó y es la única causante del hecho agresivo en su contra.
El ciclo
continúa con la reconciliación, donde se vive una especie de luna de miel con
toda clase de manifestaciones afectuosas y la promesa de evitar la repetición
de los hechos; este ambiente genera en la mujer la esperanza de que la
violencia no se repita, descartando así la atención que el problema requiere, o
la presentación de una demanda contra su agresor y compañero.
continúa con la reconciliación, donde se vive una especie de luna de miel con
toda clase de manifestaciones afectuosas y la promesa de evitar la repetición
de los hechos; este ambiente genera en la mujer la esperanza de que la
violencia no se repita, descartando así la atención que el problema requiere, o
la presentación de una demanda contra su agresor y compañero.
Al permitir que
el ciclo de violencia se instale en la relación, la mujer vive en temor
constante y paulatinamente terminará expuesta a un nuevo inicio de tensiones,
explosión, arrepentimiento y reconciliación, hasta tanto asuma la conducta correcta
y responsable, en favor de su propia vida y el bienestar de sus hijos.
el ciclo de violencia se instale en la relación, la mujer vive en temor
constante y paulatinamente terminará expuesta a un nuevo inicio de tensiones,
explosión, arrepentimiento y reconciliación, hasta tanto asuma la conducta correcta
y responsable, en favor de su propia vida y el bienestar de sus hijos.
Julio 24 de 2017
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.
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