Columna: Desde Nod por Alejandro García Gómez

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Negociaciones pre-Proceso de Paz (2)
pakahuay@gmail.com
Hoy, de todos es conocido, que se llevan unas
negociaciones tendientes a llegar a un proceso de paz con la guerrilla de las
Farc, la misma que nació de esa paz rapaz y violenta del Frente Nacional; pacto
que trató de aniquilar la supervivencia del descontento desde la raíz,
siguiendo las recomendaciones que el General norteamericano Yarbourgh le hizo a
su gobierno, después de su visita de 1962, en un dossier paralelo y secreto,
diferente del que presentó públicamente.

El pusilánime y dipsómano Presidente Valencia
(1962-1966) –el mismo que gritó “viva España” en un homenaje a De Gaulle, se
dice que ebrio- fue el encargado de ordenar lo que planeó y ejecutó su
minGuerra, Gr. Alberto Ruiz Novoa, veterano de Corea, quien llevaba el mando en
estos asuntos. También entonces, como hoy, hubo quienes estaban convencidos de
que el poder de las armas era suficiente para aniquilar a los supérstites 46
guerrilleros
que luego se proclamaron como Farc y más tarde como Farc-EP,
cuando pasaron de la defensa al ataque. Entonces, como hoy, pocos se
preocuparon de señalar que un mero plan de aniquilamiento era incompleto. Al
igual que hoy, fueron muchos quienes pensaron que con eliminar “a los malos” se
erradicaba el mal. Esos 46 guerrilleros sobrevivientes de Marquetalia, se reprodujeron
en el caldo de cultivo de nuestras inequidades y corrupción
y llegaron a ser lo
que hoy son las Farc-EP, con toda la degradación que también las carcome;
carcoma que fueron acumulando con el paso de los años y de la riqueza del
narcotráfico y los secuestros en estos más de cincuenta años, degeneración que
alcanzó a señalar y predecir Arturo Alape a Tirofijo y Jacobo Arenas (A. Alape:
“Tirofijo: los sueños y las montañas”, Ed. Planeta, 1994).

Muchos de quienes no votamos por el actual
presidente Santos, creímos que su alusión a la paz en su posesión eran
florilegios de discurso, música para alegrar nuestros oídos. Llegamos a conocer
el gran secreto del inicio de estas negociaciones cuando el ex presidente Uribe
lo proclamó a los millones de vientos de sus twitseguidores
, así como lo hizo
hace poco con las coordenadas militares. El fin patriótico que llevaba al ex
presidente Uribe a divulgar esto, así como el resto de secretos y actuaciones
que nos ha dado a conocer, entre los que nos ha dado a conocer, era evidente, y
por eso lo creí.
Con sorpresa se observa actualmente que
quienes estuvieron de acuerdo con la absoluta confidencialidad en los
anteriores procesos –o sus descendientes políticos o familiares- son los mismos
que hoy exigen que los hechos de la Habana se difundan paso a paso hasta el
detalle.
Pienso que si esta negociación nos llevara a
un proceso de paz -como lo esperamos, no sé si me equivoque al decir, todos-
debe ser el inicio de una paz a largo plazo, quizá una verdadera paz, aunque también
debemos tener en cuenta que ésta no nos llegará a la siguiente semana de la
firma del acuerdo o del día del referendo
. Es mejor que pensemos que lo que se
nos avecina, si tenemos la fortuna de culminar esta negociación con miras al
proceso, debemos convertirla en un eslabón sólido para llegar a la verdadera
paz. Hemos tenido muchas frustraciones, las mismas que nos deberían haber
obligado a aprender. ¿Aprendimos?

Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.

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