Corpus Christi

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Rincón consaqueño
Por José Rodrigo Rosero Tobar
roserotobarjoserodrigo@gmail.com

Con gran complacencia he mirado como renace una tradición de fe católica, cuando los días 29 y 30 de este mes y anualidad, los miembros del cabildo de indígenas de la parcialidad de Consacá retomaron las riendas de enfrentar la condición de fiesteros de la celebración del Corpus Christi, como era tradicional.

Volvió el castillo de frutas, elementos, productos de la región e incluso las guaguas de pan, del cual tomaba una persona algo para volver el doble en la siguiente anualidad; regresaron los acordes de son de banda de músicos con tonadas que se elevan al cielo en sonido magistral y volvió la fe incansable en esta localidad.

Corpus Christi, una fiesta religiosa que rinde honor al Santísimo Sacramento, celebrada sesenta 60 días después del Domingo de Resurrección, surgido en la edad media, cuando la religiosa Juliana de Cornillon promovió la idea de desarrollar esta festividad.

Para este año, la celebración se inició el día miércoles 29, con diferentes actos religiosos y de carácter cultural, siempre impulsados por el cabildo de indígenas de la parcialidad de Consacá y siguió el día jueves 30 con la alborada, una misa, una procesión con altares en distintos sitios de las calles del barrio Libertad, en la noche, la quema de luminarias, un castillo y lanzamiento de cohetes en el parque central, que engalanó de luces multicolores los cielos circundantes de la localidad, actos animados siempre con magistrales melodías interpretadas por una improvisada banda de músicos de la localidad.

La celebración del Corpus Christi se introdujo en la cotidianidad, acogida por los pueblos indígenas, quienes año tras año sacaban a relucir su mejor vestimenta para unirse a este importante festejo anual, con un sentido de pertenencia indigenista, que en el caso de nuestro pueblo se convirtió en magna celebración, con la llegada en muchas ocasiones del señor Obispo para celebrar el sacramento de la confirmación y la primera comunión y, de los miembros del cabildo, a unos correspondía los gastos de vísperas y a otros los de la fiesta final.

Hoy, el cabildo de indígenas de la parcialidad de Consacá ha vuelto a encargarse de esta celebridad, una organización que ha optado por iniciar con su autoreconocmiento, buscando el registro nivel nacional, con el convencimiento de ser prácticamente la única cultura que existió en tiempos ancestrales en esta regionalidad.

Consacá, 31 de mayo de 2024

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