Por Manuel Erazo Cabrera

viejomanolo1@hotmail.com  

Ismael Botina como no es ningún bruto, se mamó
de seguir siendo de las comunidades de “los blancos”;  pasó de la noche a la mañana a  formar parte de las comunidades indígenas, ahora, se la pica de indio, y gracias a este
cambio, tiene gratis educación, salud,
tierras, ayudas del gobierno, etcétera.

Y se metió en la comunidad que era; nada menos
que dentro del Cabildo Indígena del Resguardo de Males, cuya cabecera imperial
es el municipio de Córdoba-Nariño.

Mientras los blancos se lamentan porque
Nicaragua acaba de arrebatarles un buen pedazo de mar, acá en el sur, los
indígenas del resguardo de Males, felices y contentos, porque la semana pasada
acabamos de registrar en la Oficina de Instrumentos Públicos de Ipiales, el
famoso documento 509, que data del año de 1700, gracias al cual el Incoder,
reconoce que el territorio del resguardo indígena, va desde Ipiales, pasa por
Córdoba, cruza  Orito y Siberia en el
Putumayo,  llega hasta el Amazonas; es
más, somos binacionales, porque nuestro territorio pasa el rio Carchi, límites
fronterizos con  Ecuador.

Nos convertimos  en un verdadero imperio, con  más de cincuenta resguardos y cabildos, que
entregaron mil ciento quince escrituras para formar parte de una sola propiedad
colectiva, propia de la comunidad indígena de Males.

Este reconocimiento  de territorio ancestral se logra, gracias a
un convenio firmado entre el Incoder, y la OIM, 
ahora ya tenemos territorio y dominio, por tanto, que se atengan a las
consecuencias. De aquí en adelante, si Ecopetrol quiere explotar petróleo,
primero tiene que pedirnos permiso a los indios; sí esas empresas de tele-comunicaciones quieren instalar antenas, primero tienen que pedir permiso a las
comunidades indígenas; todo pasará por manos de los resguardos.

Este reconocimiento de territorio que hace el
Estado colombiano, es un triunfo sin precedentes en América,  porque es alcanzar la legitimidad plena de nuestras organizaciones que datan del
periodo colonial. Mientras los municipios se formaron por allá en los años
1900, los Resguardos indígenas, datan de los años 1700. Por eso, exhibiendo
documentos levantados a mano, mapas en cuero, y otra serie de testimonios
antiquísimos, el Incoder ha recocido el territorio del Resguardo Indígena de Males, cuya capital es Córdoba –
Nariño, con una  extensión infinita: va
desde Ipiales, hasta el Putumayo, sigue
hasta el Amazonas y pasa al Ecuador.

Esto no es paja, así quedó asentado en la
Oficina de Instrumentos Públicos de Ipiales, que cualquiera puede verificar.

El Estado, dio validez a documentos que
reposaban en los archivos de Quito, Popayán y Sevilla España.

Ahora, los blancos, tendrán que respetarnos
como un nuevo Imperio, con autonomía administrativa, con territorio propio, con
usos y costumbres que nos hacen diferentes a todos.

Tenemos Gobernador imperial, se llama Benjamín
Lucero, él es quien  nos gobierna, por
encima del resto de autoridades.

Todas las multinacionales que deseen montar
negocios, primero tendrán que pedir permiso al resguardo, y después sí
proceder a explotar nuestros recursos.

Domingo 2 de diciembre 2012