El poder de un derecho fundamental: acceder a la información pública

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Por: Erika
Andrea Pareja López
Tomado de
Gobernanza ConSentido
Lo invito a que
se traslade por un momento a un mundo sin información
, no me refiero a un mundo
sin tecnología, sino a un mundo sin datos para tomar decisiones: ¿Qué hora es?
¿Qué debo hacer hoy? ¿Habrá trancón para llegar al trabajo? ¿Lloverá para
llevar sombrilla?  Estas decisiones hoy
parecen fáciles: consultar el reloj, mirar la agenda, poner waze o consultar la
aplicación del tiempo. Desde los años 70, hemos avanzado estruendosamente en un
mundo que dispone de diversos medios para entregar información, la cual permite
nuestra toma de decisiones.

Si tomamos
ejemplos de trascendencia colectiva: ¿Qué decisiones está tomando el presidente
de mi país hoy? ¿Habrá tercera guerra mundial? ¿Por quién debo votar? ¿Qué
estará votando el Congreso de mi país? ¿Cuánto dinero ha destinado mi Alcalde
para el arreglo de vías? Si la información es importante para tomar decisiones
personales, piense en la trascendencia de la información pública. ¿Qué es
información pública? Todo… absolutamente todos los datos que producen o
custodian las entidades públicas o entidades que presten un servicio público
.
Pocas personas
saben que en Colombia, acceder a la información pública es un derecho
, y un
derecho fundamental.  Se hace énfasis, en
Colombia, porque no todos los países del mundo han dado este paso. Nuestro país
es un pionero, de la mano de Chile y México, se han convertido en referentes
para el mundo. Contamos con mejor reglamentación que lo Estados calificados
como superpotencias como Estados Unidos o Alemania.  En el año 2014, gracias a la acción de un
grupo de organizaciones ciudadanas se sancionó la Ley de Transparencia y Acceso
a la Información Pública (Ley 1712 de 2014), poniendo a Colombia en un grupo de
países élite que reconoce este derecho.
Pero ¿Por qué
es importante el derecho de acceso a la información pública?
  Existen dos ámbitos:
Día a día
existe información pública que es de vital importancia para tomar decisiones
personales: la historia clínica, las
fechas de matrícula escolar, las becas que otorga el Estado, las semanas de
cotización para pensionarse, requisitos para acceder a los programas sociales
del estado
, los candidatos de las próximas elecciones, cómo acercarse a las
entidades en busca de justicia, entre otros. Todas estas acciones que
desarrollamos para salvaguardar otros derechos como la salud, la educación, el
trabajo digno, la participación política, por eso acceder a la información es
un derecho fundamental, en ocasiones protege hasta la vida misma.
Desde el punto
de vista colectivo, Colombia está despertando al flagelo de la corrupción que
se lleva aproximadamente 50 billones de pesos anuales
. Para aterrizar la cifra,
con ese dinero se garantizaría vivienda digna a todos los colombianos. Una de
las principales causas de la corrupción, es la opacidad. Algo opaco es algo que
no deja ver a través, por eso se habla que el paso para prevenir la corrupción
es la transparencia, y una de sus consideraciones más básicas se refiere a la
entrega total de información de calidad 
porque le permite a la ciudadanía conocer las actuaciones del Estado y,
de esta forma, controlar su funcionamiento y gestión. Gracias a esto, se
evidencia la forma como se están ejecutando los recursos públicos y se están
cumpliendo las funciones públicas, siendo este un ejercicio de control social.
Cuando todos
los ciudadanos pueden conocer el funcionamiento, la estructura, los procesos y
las decisiones que se toman desde el Estado, se restringen las posibilidades de
realizar actos de corrupción
, y a la vez se puede evaluar la eficiencia y
pertinencia de la ejecución de programas, así como la ejecución del presupuesto
público y si éste responde a las necesidades sociales.
Pero nos
quedamos en marcos normativos determinantes y estructuras institucionales perfectas.
La gran mayoría de ciudadanos y servidores públicos ignoran que en Colombia
existe el derecho  fundamental de acceder
a la información pública
, y por ende, no lo utilizamos ni lo hacemos respetar.
Seguimos pensando que las entidades públicas tienen la potestad de decidir
entregar información y se recurre, de forma casi que natural, al derecho de
petición. Adicionalmente, recibimos información que no entendemos y no nos
atrevemos a preguntar. ¿Cuántas personas en Colombia saben leer los presupuestos
públicos? ¿A cuántos nos han dado respuesta citando innumerables leyes que no
entendemos? ¿Y si hablo una de las 52 lenguas indígenas que son oficiales en
Colombia? ¿Y si soy ciego? El derecho a acceder a la información pública
trasciende la simple entrega de información y reta al servidor público a
comunicar de forma efectiva, buscando que el receptor final entienda la
solicitud hecha.
Vivimos en una
sociedad que da por sentado sus derechos. Como individuos en muchas ocasiones
no entendemos las luchas sociales históricas que esconde cada conquista ¿Votar?
¿Participar? El mismo derecho a la vida no era tema prioritario hace un par de
siglos, cuando sin juicios se decidía quién iba a la guillotina. En ocasiones
olvidamos una de las conmemoraciones más importantes de nuestra época: la
declaración de los derechos humanos. Ha sido un largo proceso para avanzar en
el ejercicio de derechos civiles, políticos, sociales, económicos, sexuales,
reproductivos y ambientales
. Nos ha
costado como sociedad, muertes, movilizaciones sociales, alteraciones del statu
quo, destierros, gritos y lágrimas. Acceder a la información pública es otro
triunfo social, démosle el uso que necesita el país para cuidar nuestros
recursos y buscar administraciones más transparentes.

Nota original:

http://gobernanzaconsentido.org/index.php/noticias

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