El sueño que aún no se cumple

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Por Geovanny Fajardo Fajardo
Concejal de Sandoná

La finca del Hospital Clarita Santos de Sandoná ubicada en la vereda El Tambillo perteneció al señor Apolinar Chávez, quien la donó mediante un testamento firmado en el año de 1949.

Don Apolinar nació en La Florida en el año de 1871 y siendo muy joven se estableció en el municipio de Sandoná, en donde desarrolló su vida como propietario de un predio, ubicado en la vereda El Tambillo, corregimiento Loma del Tambillo, municipio de Sandoná.

A la edad de 78 años llamó hasta a su casa de habitación al señor Luciano Salas Martínez, quien por aquella época (1949) se desempeñaba como notario de Sandoná para dictar su testamento, en presencia de tres testigos de excepción: Enemesiano Gallardo, Alcides Ordóñez y Serveleón Enríquez.

Entre las propiedades incluidas en el testamento de don Apolinar, quien no tuvo hijos, figuran: recursos para la construcción de dos columnas para el templo de Sandoná, para el colegio San Felipe Nery de Pasto, para el templo del Ingenio, para el santuario de Las Lajas, para el convento de monjes capuchinos, de Pasto, para las personas más pobres de Sandoná, para la educación de una niña huérfana, para la curación de una anciana y algunas propiedades para sus sobrinos y unas cuentas por cobrar para la construcción del templo de Sandoná, entre otros herederos.

En el documento público figura una finca llamada “El Tambillo” a nombre del Hospital Clarita Santos de Sandoná, del Convento de los monjes capuchinos de Pasto y del colegio de las monjas franciscanas de Sandoná.

La finca “El Tambillo” fue heredada a estas tres Instituciones con el objetivo de generar recursos que ayuden a su sostenimiento; con el paso del tiempo los predios de los monjes capuchinos y de las monjas franciscanas fueron vendidos al Hospital Clarita Santos, en la actualidad Empresa Social del Estado Hospital Clarita Santos.

La finca llamada en la actualidad “El Voncancillo”, tiene una extensión aproximada de 28 hectáreas y está dedicada en su mayor extensión al cultivo de caña panelera.

El sueño de don Apolinar al donar la finca al Hospital Clarita Santos con el fin de generar recursos que contribuyan a su sostenimiento aún no se ha cumplido, porque las directivas de la entidad desde hace unos 30 años tomaron la decisión de arrendarla a personas particulares.

Así mismo al no ejercer dominio total sobre este bien inmueble, las directivas permitieron la invasión de una gran extensión del terreno, desvirtuando el objetivo principal de su benefactor.

En la mente y especialmente en el corazón de don Apolinar estaba el deseo profundo de fortalecer el funcionamiento del Hospital Clarita Santos, como entidad pública al servicio de la comunidad sandoneña, que todos nosotros debemos contribuir a que se vuelva realidad.

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