
El despertador del sur
Por Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Por estos días se está llevando a cabo el proceso de inscripciones de juventudes tendiente a elegir, el próximo mes de octubre, en una gran fiesta electoral, los Consejos Municipales y Departamental de Juventud, esos estamentos que conformados por jóvenes entre los 14 y 28 años de edad, que fueron creados mediante la Ley 375 de 1997, una Ley tan manoseada como nuestra Constitución, que buscan formular sus propios proyectos, planes y programas en procura de mejores reivindicaciones para la población juvenil, sin discriminación alguna.
Es necesario y urgente, que desde la alcaldía de Pasto y desde la gobernación de Nariño, con sus entes respectivos, se inicie una gran cruzada de información, de formación y de capacitación a los jóvenes que están en este rango de edad 14 a 28 años, para que tengan el conocimiento suficiente de lo que, en realidad, son los Consejos Municipal y Departamental de Juventud, para que quienes resulten electos sepan para qué “carajo” fueron elegidos.
Me pregunto desde estas páginas, quiénes, ya están realizando el proceso de información, formación y capacitación a este rango poblacional?, escolarizado y desescolarizado, proceso que ya deben estar haciéndolo, no después de elecciones, como es costumbre, y debe llegar al último rincón del municipio, así, podemos tener un Consejo Municipal de Juventud, en nuestro caso, conformado, de acuerdo a la ley, con un representante de los afrodescendientes, de los campesinos, de los indígenas, de los jóvenes en estado discapacidad, etc. como debe ser.
Es necesario también que este proceso de capacitación y divulgación, se haga con los líderes comunales, con los corregidores, con los maestros, etc. de la zona urbana y rural, para que, como ya se dijo, la información llegue a todos los jóvenes y al último rincón del municipio y para que, en el caso de Pasto, el día de elecciones lleguen a las urnas más de doce mil electores.
Pero sí en la oficina “departamental de juventud,” de la gobernación llueve en la Oficina Municipal de Juventud, no escampa, pues en esta solo hay burocracia, varios empleados, pero solo tienen conocimiento, la directora que andaba por Bogotá y también un joven politólogo, como ninguno estuvo en su oficina, pues me quedé, como dicen, peor que antes.