Visión de mujer

Por Elsy Melo Maya

elsy.ya@hotmail.com

A propósito de la visita del  Papa: “La promulgación de la encíclica papal,
expresión solemne de la iglesia, comparte enseñanzas en temas de importancia y
más en el caso del Papa Francisco cuya sensibilidad social y ambiental forman
parte del regocijo espiritual común. Su encíclica Laudato Si, podría resumirse
en este texto: “Nuestra casa común es también como una hermana, con la cual
compartimos la existencia, y como una madre bella  nos acoge entre sus brazos. Esta hermana
clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso
de los bienes que Dios ha puesto en ella. Nuestro propio cuerpo está
constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento
y su agua nos vivifica y restaura”.

“La encíclica desarrolla en 6 capítulos, las
siguientes temáticas: los graves problemas que afectan al medio
ambiente: contaminación, cambio climático, desperdicio del agua, pérdida de la biodiversidad; el Evangelio de
la creación, dirigido a los católicos
quienes por su fe y como seres humanos, deben cuidar el ambiente del cual hacen
parte, su protección  es un bien para la
humanidad y el mundo; raíz humana de la crisis ecológica, donde se reflexiona
sobre la realidad del hombre moderno y la falta de preparación  para utilizar el poder con acierto. El
crecimiento tecnológico no está acompañado de un desarrollo del ser humano en
responsabilidad, valores y conciencia; ecología integral, describe sus aspectos
relevantes e incorpora claramente las dimensiones humanas y sociales; las
líneas de orientación y acción, refieren caminos de diálogo que ayudan a la
humanidad a salir del espiral de autodestrucción ; la educación y  espiritualidad ecológica, desarrolla la idea
de un cambio en los estilos de vida para 
ejercer una sana presión sobre 
quienes detentan poder político, económico y social.

Cada capítulo trae una reflexión de fondo
marcada por la relación dependiente del ser humano y el medio ambiente, muchas
veces ignorado por la creencia de su eternidad o por el temor de quedarnos sin
él. Esta revolucionaria y ecológica encíclica manifiesta expresamente la
posición de la iglesia sobre este flagelo que nos debería interesar a
todos.”(Daniela Rosero, estudiante de Derecho, Universidad Javeriana).

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