Desde Nod
Por Alejandro García Gómez.
pakahuay@gmail.com

El contagio en nuestro municipio de Sandoná se ha desbordado y con él las tragedias familiares que, en nuestro pueblo donde casi todos nos conocemos, dejan de ser mera estadística y se convierten en catástrofes para la familia y desgracias para la comunidad. Por esta razón me atrevo a repetir estas breves explicaciones:

¿Por qué debemos demorarnos unos segundos más frotando el jabón en nuestras manos al lavarnos cada cierto tiempo?

La razón es simple. Las reacciones Bioquímicas y las de la Química Orgánica, en general son más, o mucho más, lentas que la mayoría (o todas) las de la Química Inorgánica, también llamada Mineral, que son inmediatas la mayoría (o todas):

Al llegar el jabón emulsionado en el agua (o sea en forma de espuma), se produce una reacción bioquímica entre esa espuma jabonosa y la cápside que envuelve al ácido nucleico del virus. La cápside es una envoltura formada por proteína y grasa. La grasa SÍ se emulsiona (“se disuelve”) con el jabón, pero la proteína NO. En consecuencia, debemos darle un tiempo para que esa espuma emulsione esa cápsula de grasa, la aparte de la proteína, la rompa (que quede como cuando con una herramienta rompemos una envoltura), saque el ÁCIDO NUCLÉICO que encierra y así se destruya el virus.

Los especialistas han tasado ese tiempo entre 40 y 60 segundos. Por favor, no lo demore menos y, si es más, mejor. De la misma manera debemos actuar con aquellos productos u objetos de los que sospechamos.

Con alcohol y antibacterial los tiempos de espera deben ser más prolongados. La reacción bioquímica es algo similar pero mucho más lenta.

En lo posible, que los alimentos que se consuman sean cocinados, porque el virus no puede subsistir a altas temperaturas, ya que la proteína de su cápside y el ácido nucléico interno, se desnaturalizan con el calor (se “desnaturalizan” quiere decir algo así como dejan de tener esa estructura molecular y se transforman en otra).

Es VITAL el uso del TAPABOCAS bien puesto (o reforzado con dos, en caso necesario o la visera).

Otra cosa VITAL: la distancia (si es posible de dos metros o más, según los especialistas) y hablar lo menos posible en sitios públicos, porque en nuestro aliento viaja el virus mezclado con el aire que respiramos.

Cuidémonos, por favor.

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