Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com

“El pasado 6 de noviembre del año en
curso se llevó a cabo una manifestación a nivel nacional en contra de una
tiranía que viene siendo activada y financiada hace décadas por organizaciones
gubernamentales e internacionales, tiranía que se vuelve invisible disfrazada
con discursos políticos que a priori son positivos desde cualquier óptica,
palabras como la igualdad, la inclusión y la diversidad hacen parte de su
vocablo recurrente, sin embargo y en si misma se basa en temas como la
violencia, la injusticia, la intolerancia y por sobre todo: el totalitarismo.

Esta revolución cultural, tiene un
origen ideológico y anticientífico, se ofrece como enfoques, perspectivas e
identidades, incluso proposiciones, sin embargo, su aplicabilidad nunca es
debatida, la sociedad civil no se entera de su avance y cuando se entera, se activan
mecanismos para sean censurados, estigmatizados e incluso penalizados.

Esta doctrina nos dice que la
sexualidad humana carece de un frente biológico, científico y natural, “no
existen los sexos”, ni la diferencia entre estos, de tal modo que lo único que
interesa al hablar de sexualidad es un componente tan abstracto y difuso como
la cultura. No nacemos hombres ni mujeres, es la sociedad y el medico que nos
ve nacer quienes arbitrariamente nos “asignan” un sexo,(si no existe la
biología, mucho menos la medicina).¿Si no existen los sexos, somos nosotros los
que escogemos el nuestro? “Es terrible enseñarles a los niños que pueden elegir
su sexo”, decía ayer el papa Francisco, los obispos de todo el mundo y el Papa
Francisco han denunciado los peligros de Sucumbir a esta “colonización
ideológica”.

Igualmente autoridades médicas como
el Colegio Americano de Pediatras, pasando por psicólogos, psiquiatras,
académicos, hasta llegar a presidentes de naciones. El objetivo de esta
revolución no es otra que la subversión de la familia, los niños y la sociedad
occidental en sí misma, es un ataque frontal y directo en contra de nuestras
creencias e identidades, de tal modo, es menester de quienes defendemos la
libertad de expresión, de catedra, de pensamiento, de movilización y sobre todo
la patria potestad. Decir a una sola voz: #NoMásIdeologíaDéGénero”: Guillermo
Rosero M. estudiante de Derecho Universidad de Nariño

Noviembre 12 de 2018