Por Diego Iván Luna
En los años noventa, como estudiante de la escuela de música de la universidad del Valle, tuve la ocasión de asistir a una charla taller dictada por nuestro paisano Lalo Maya; fui invitado por trompetistas sandoneños, quienes laboraban en la ciudad de Cali en diferentes mariachis que pululaban la calurosa Sultana del Valle.
Llegué con grandes expectativas de conocer por segunda vez a esa leyenda del Latin Jazz en Colombia y a nivel internacional. Digo segunda vez porque los recuerdos de mi infancia que tenía de él en nuestro pueblo eran superfluos ya que mi corta edad no logré una imagen de su fisonomía.
Miré a un hombre sencillo, dispuesto a colaborar con sus paisanos, entregando consejos técnicos para la buena ejecución del instrumento; fue una grata charla y un magnifico encuentro del que aún tengo el recuerdo. Más adelante lo vería en las fiestas de nuestro municipio, en fiestas de carnavales, que por la impresión de su comportamiento parecía gozárselas hasta la saciedad.
En mi trabajo y desempeño como músico pude corroborar la importancia de su talento, cuando en mi nuevo oficio (afinación de pianos acústicos) que tiene que ver directamente con la música, me encontré afinando el piano para los festivales de jazz en Cali, como Ajazzgo, o utopía Jazz.
Los directores, en su mayoría pianistas de los diferentes grupos internacionales de Jazz me preguntaban de mi origen, les mencioné a mi bella población de Sandoná. Ah, decía más de uno, la tierra de Eduardo Lalo Maya, si respondía sonriente.
Ese era Lalo, reconocido en nuestro medio solamente por sus interpretaciones e improvisaciones con la Guaneña y sonsureños, pero poco reconocido en nuestra región como uno de los pioneros del Latin Jazz en Colombia y quien se codeo en Aruba y en escenarios norteamericanos con grandes leyendas de la música latina.
Jaime Henao, quien enviara el jueves pasado su piano para restauración a mi taller me compartió la entrevista, que compartimos con los visitantes del Informativo de Guaico, como un reconocimiento a ese gran músico. Ahí te envío esa entrevista de tu paisano, me dijo. Que dios lo guarde en su gloria.
Gracias Lalo por tu talento, gracias por dejar nuestro municipio en voz de grandes músicos con reconocimiento internacional.