Columna Desde Nod

Por Alejandro García Gómez

pakahuay@gmail.com

2013. Circula en youtube (“Documental 970”) la
tragedia (¿crimen?) de Campoalegre (Huila, 2012), elaborado por jóvenes. Según
su directora Victoria Solano, los motivó la indignación al saber que la policía
por mandato de la autoridad destruyó 70 toneladas de arroz que los campesinos
de allí se aprestaban a sembrar. Según las autoridades, eso que habían hecho
por dos siglos –recoger una parte de su cosecha para sembrarla- era un delito y
había que destruir el producto y judicializar a quienes lo hubieran hecho,
porque así lo ordena la resolución 970/10 del ICA. 

El Paro Nacional Agrario que
comenzó este 19 de agosto sólo es consecuencia de algo que en su momento se
advirtió hasta la impertinencia: el TLC con EU y con el resto. 1980. Reagan
presidente, reunió un comité de la CIA en Santafé, por encargo del “Consejo
para la seguridad interamericana” que produjo un informe con lineamientos para
Latinoamérica: Documento Santafé I. Con inmediata posterioridad a éste,
ocurrieron hechos aún no aclarados: los accidentes aéreos de los presidentes
Roldós Aguilera –Ecuador- y Omar Torrijos –Panamá-, ambos demócratas de
acentuado nacionalismo. En 1986, era Reagan aún, la CIA produjo otro informe
titulado “Una estrategia para América Latina en los 90”, más conocido como Santafé
II, en estricta continuidad de Santafé I. Uno de sus apartes, relacionado con
América Latina dice “(su deuda externa)… nunca podrá ser pagada en los términos
presentes… Ha sido reconocido que la crisis de la deuda externa es estructural.
En algunos países la deuda externa está más allá de la capacidad de pago… [la
mera cancelación de sus intereses] tendrá efectos devastadores en sus economías
y la nuestra. Los países deudores experimentarán un crecimiento cero o negativo
llevándoles a una creciente pobreza y [lo que es peor para los gringos] no
tendrán divisas para comprar productos estadounidenses. Está estimado que el
deterioro económico provocado por la deuda externa en América Latina ha causado
una pérdida de 70 mil millones de dólares a productores estadounidenses ” (Doc.
Santafé II, subr. mío). 1989. Bush padre, presidente. En los lineamientos de su
política, al plan de “recuperación de cartera” gringa se le llamó “Lo que desde
Washington se entiende por política de reformas”, conocido como “Consenso de
Washington”. Para solucionar los insolubles problemas identificados en Santa Fe
I y II, obligaron a nuestros gobiernos a acatar sus lineamientos como órdenes
bajo amenaza. Es lo que hoy se conoce como Neoliberalismo: Apertura económica
completa; clima propicio para la inversión extranjera (¿“confianza
inversionista”?); liberación comercial; privatización de las empresas
estatales; flexibilización del régimen laboral; reducción del tamaño del
Estado. Nuestro gobierno aceptó la humillación. Virgilio Barco –finales de su
gobierno- y César Gaviria comenzaron la Apertura Económica. Luis Carlos Galán
tendría que haberla aceptado también o habría muerto en otro vuelo o similar:
“plata o plomo”, como la consigna de Pablo Escobar. La tragedia que causó esta
política nos comenzó a golpear con la pérdida de poder de nuestra
agroindustria. De productores de alimentos agropecuarios pasamos a
importadores, hasta café y los ingredientes de la Bandeja Paisa. Se dispararon
los cultivos de estupefacientes aumentó la violencia. Nuestra abyecta
dirigencia no aprende. Fuimos testigos de los ruegos de los últimos gobiernos
para conseguir el TLC, hasta la humillación. Jugamos al cochinito que pone su
carne para hacer jamón. No ejerceremos soberanía sobre nuestra biodiversidad, la
más grande riqueza del futuro, junto con nuestros recursos minerales. Tendremos
en nuestro suelo las especies y los minerales la propiedad pasará a ser patente
de ellos. “No tenemos amigos sino negocios”, dicen.

Nota.- ¿Qué tal un estand-canje de usados en
la Fiesta del Libro, patrocinado por la Alcaldía de Medellín, 2013? Comfenalco,
Eafit y otros tienen experiencia. 26.VIII.13