La problemática de salud mental en Pasto, capital de Nariño, alcanza niveles alarmantes, según reportan las autoridades de salud. Entre enero y septiembre de este año, se han registrado 690 intentos de suicidio y 35 casos consumados, posicionando a la ciudad como la quinta a nivel nacional con mayor número de casos. El departamento de Nariño ocupa el séptimo lugar por esta causa.

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La secretaria de salud municipal, Mary Luz Castillo, expresó su preocupación, destacando que un número significativo de los casos corresponde a menores de edad. La gerente del Hospital Infantil Los Ángeles, Doris Sarasty, reveló que cada año la institución atiende un promedio de 100 niños por esta causa, de los cuales, en promedio, seis llegan a consumar el suicidio.

Maltrato y abuso, factores determinantes en la salud mental de menores

Según Sarasty, muchos de los casos están relacionados con maltrato infantil, abuso sexual, consumo de drogas e intentos de suicidio. “Estamos recibiendo el impacto de estos factores, que afectan gravemente a nuestros niños”, indicó.

Programa “Dejando Huellas” salva vidas

Frente a esta situación, el Hospital Infantil Los Ángeles implementó el programa Dejando Huellas, que ha logrado salvar a 21 menores de edad en riesgo. Este proyecto, liderado por un equipo interdisciplinario, interviene directamente con los niños y sus familias, brindándoles apoyo para superar la ideación suicida.

“Pensábamos que era imposible, pero lo logramos. 21 niños no han reintentado el suicidio y ahora son orientadores de otros menores junto a sus familias”, explicó Sarasty.

Apoyo de la comunidad y llamado a la acción

La Caja de Compensación Familiar de Nariño se ha sumado a esta iniciativa, ofreciendo formación gratuita en distintas áreas vocacionales para los menores que permanecen en el programa. Esto busca garantizarles herramientas para su desarrollo y estabilidad una vez alcanzada la mayoría de edad.

Sin embargo, Sarasty hizo un llamado a las autoridades sanitarias para que destinen recursos directamente a atender a los niños afectados en lugar de enfocarse en la planeación de programas que, según ella, no siempre generan impacto real. “Necesitamos pasar de tanta planeación a hechos concretos”, concluyó.

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Necesidad de acción urgente

La situación en Pasto evidencia la necesidad de reforzar las estrategias de prevención y atención integral a la salud mental, especialmente entre los menores de edad. Programas como Dejando Huellas demuestran que es posible marcar la diferencia, pero requieren del compromiso y apoyo continuo de entidades públicas y privadas para enfrentar esta crisis de manera efectiva.

Con información de Caracol Radio

Foto generada con inteligencia artificial