Visión de mujer
Por Elsy Melo
Maya
Maya
No podemos
tolerar ningún tipo de violencia, sin importar su procedencia ni la forma como
se produzca. El pueblo colombiano ya ha sufrido lo suficiente como para que aún
persistan los desadaptados que siguen creyendo que “las diferencias” de
cualquier índole, deben resolverse por la vía criminal de la auto-justicia.
tolerar ningún tipo de violencia, sin importar su procedencia ni la forma como
se produzca. El pueblo colombiano ya ha sufrido lo suficiente como para que aún
persistan los desadaptados que siguen creyendo que “las diferencias” de
cualquier índole, deben resolverse por la vía criminal de la auto-justicia.
Ahora la amenaza fue para “Matador”, en un reprochable acto de intolerancia y
que confirma lamentablemente que la ignorancia es atrevida, porque nada
justifica tal actitud máxime frente a un caricaturista, cuya labor es
precisamente lograr una representación humorística que exagera los rasgos
físicos, la vestimenta o bien los aspectos comportamentales o los modales
característicos de un individuo; es el medio para ridiculizar situaciones, instituciones
políticas, sociales, religiosas o culturales y los actos de grupos o clases
sociales, principalmente a través de la sátira humorística.
que confirma lamentablemente que la ignorancia es atrevida, porque nada
justifica tal actitud máxime frente a un caricaturista, cuya labor es
precisamente lograr una representación humorística que exagera los rasgos
físicos, la vestimenta o bien los aspectos comportamentales o los modales
característicos de un individuo; es el medio para ridiculizar situaciones, instituciones
políticas, sociales, religiosas o culturales y los actos de grupos o clases
sociales, principalmente a través de la sátira humorística.
Pero la verdad,
es que no solo podemos tomar este caso aislado como objeto de reproche social;
el problema en Colombia sigue siendo de grandes dimensiones, no solo por las
amenazas que son de común ocurrencia incluso en nuestro medio, donde cualquiera
se cree con el derecho de intimidad a otro sin que finalmente ocurra nada por
parte de la justicia en la mayoría de los casos; tal pareciera que una amenaza no
tiene mayor trascendencia si la comparamos por ejemplo con la muerte de los 22
líderes sociales en lo transcurrido del año 2018, o los 105 defensores de
derechos humanos asesinados en el 2017.
es que no solo podemos tomar este caso aislado como objeto de reproche social;
el problema en Colombia sigue siendo de grandes dimensiones, no solo por las
amenazas que son de común ocurrencia incluso en nuestro medio, donde cualquiera
se cree con el derecho de intimidad a otro sin que finalmente ocurra nada por
parte de la justicia en la mayoría de los casos; tal pareciera que una amenaza no
tiene mayor trascendencia si la comparamos por ejemplo con la muerte de los 22
líderes sociales en lo transcurrido del año 2018, o los 105 defensores de
derechos humanos asesinados en el 2017.
Lo que es innegable,
es que desafortunadamente aún persiste el patrón de violencia entre los
colombianos; algo explicable hasta cierto punto si tenemos en cuenta que somos
un pueblo que se acostumbró a vivir diariamente con el reporte de los muertos,
los secuestros, los hostigamientos a la población civil y tantos otros hechos
de violencia por más de 50 años.
es que desafortunadamente aún persiste el patrón de violencia entre los
colombianos; algo explicable hasta cierto punto si tenemos en cuenta que somos
un pueblo que se acostumbró a vivir diariamente con el reporte de los muertos,
los secuestros, los hostigamientos a la población civil y tantos otros hechos
de violencia por más de 50 años.
Lo cual no justifica para nada, que se
pretenda darle continuidad a esa época sangrienta, que hoy muchos pareciera que
ya la olvidaron o que les hace falta, cuando a través de sus actos y
pronunciamientos, destilan sed de venganza, de odio y rencor, en vez de
impulsar la reconciliación, así la misma nos cueste muchos años de trabajo,
esfuerzo e inversión pública, apenas razonable para tratar de lograr la construcción
de un país con verdadera justicia social, equidad e igualdad de derechos.
pretenda darle continuidad a esa época sangrienta, que hoy muchos pareciera que
ya la olvidaron o que les hace falta, cuando a través de sus actos y
pronunciamientos, destilan sed de venganza, de odio y rencor, en vez de
impulsar la reconciliación, así la misma nos cueste muchos años de trabajo,
esfuerzo e inversión pública, apenas razonable para tratar de lograr la construcción
de un país con verdadera justicia social, equidad e igualdad de derechos.
Abril 9 de 2018
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.
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