El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
Hace 22 años, en una mañana septembrina cuando el reloj marca las 7:00 del domingo 22 de septiembre de 2002 la invencible muerte se cruzó en el camino y se llevó a mi padre el “Profesor Arturo”, a los confines de la eternidad, en ese viaje sin retorno, dejando un profundo vacío en toda la familia, sus hijos, sus nietos, sobrinos, y también en esos amigos leales que, como muchos de sus discípulos, siempre le profesaron una estimación sincera.
Mi padre había nacido en la veraniega y bella población de linares, tierra de gentes buenas, hospitalarias, pujantes y trabajadoras, el 19 de marzo de 1915; siendo niño la familia encabeza de mis abuelos, Luis Felipe Arturo Martínez, un valiente militar de la Guerra de los Mil Días, junto a su hermano, el tío Leónidas, y la abuela Policarpa Raquel Acosta, se trasladaron a la siempre hermosa ciudad de Pasto.
Sus estudios de educación elemental los hace en la escuela urbana de niños, ubicada donde hoy se levanta el Centro Cultural Palatino, condiscípulo del Maestro Alfonso Zambrano Payán; por su parte sus estudios de bachillerato los adelanta en el legendario colegio San Felipe Neri con unos talantosos y portentosos Maestros como los padres Arístides Gutiérrez, Peregrino Santacruz y Alejandro Ortiz, quienes les cimentaron no solo gran riqueza de valores y la academia sino también la literatura, el teatro, la oratoria, la poesía etc.
Más tarde llevado por el hermoso deseo de “enseñar al que no sabe” y siguiendo los pasos del Divino Maestro ingresa a la Gran Normal de Occidente y mediante los exigentes y rigurosos cursos de profesionalización obtiene su título Maestro Superior, bella profesión que después desempeñó en municipios como Linares, Sandoná, Buesaco, La Florida y los corregimientos de Nariño, hoy municipio, Genoy, La Laguna y en este nuestro bien amado Pasto; hasta hoy muchos discípulos recuerdan al “profesor Arturo”.
Qué bello legado el que dejó a varios de sus hijos, quienes escuchando sus atinados, sabios y oportunos consejos, también sus enseñanzas, a veces con el “zurriago” en la mano por las faltas cometidas, siguieron sus insignes e imborrables huellas y se convirtieron, como él, en otros “Maestros de Maestros”, Luis Jaime, Guillermo León, Gloria del Socorro y Jorge Arturo Bravo, que bueno leer las obras de la línea de “Hombres y Mujeres Ilustres de Nariño”, y conocer su vida y la obra de quienes escribieron páginas gloriosas nuestra historia.
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