Finalizó la temporada de Semana Santa en Sandoná, dejando tras de sí una serie de reflexiones que merecen un análisis detenido. En primer lugar, es importante resaltar la activa participación de los integrantes de las congregaciones religiosas, quienes demostraron un profundo compromiso desde el Viernes de Concilio hasta el Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua.
Podemos citar a las organizaciones religiosas de Semana Santa que participaron en las diferentes celebraciones: la Congregación de la Dolorosa, el Señor de las Siete Caídas, el Jueves Santo, los Esclavos del Santo Sepulcro, los Santos Varones, San Juan, La Verónica, la Santa Cruz, las Sagradas Insignias de Jesucristo y los devotos del Señor Resucitado.
En segundo lugar, hay que destacar la grata presencia de Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de la Diócesis de Pasto, quien celebró la Eucaristía del Martes de las Siete Caídas y participó activamente en la procesión por las calles sandoneñas. Es la primera vez que un obispo de la Diócesis de Pasto se presenta en la celebración de un día de Semana Santa.
En tercer lugar, presenciamos algunas innovaciones durante el Jueves Santo, como el acto simbólico que realizó el presbítero Hernán Urbano de bendecir el pan de ayuno, que luego se compartió con todos los asistentes a la eucaristía de la Última Cena, así como la entrega de las llaves del Sagrario al presidente de la Congregación del Jueves Santo, Jesús Navarro Fajardo.
En cuarto lugar, la multitud de personas que se unió en el rezo del Vía Crucis durante el Viernes Santo, el cual recorrió diversos barrios y veredas, desde el barrio Porvenir hasta la urbanización Villa Cafelina, pasando por el barrio San Andrés y las veredas de Chávez, San Francisco Bajo y San Francisco Alto, demostrando una vez más la devoción de la comunidad. Esta celebración fue coordinada por la Congregación de la Santa Cruz.
Los integrantes del Movimiento Juan XXIII participaron activamente en la Semana Santa, como misioneros en las veredas de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario. Varios de ellos acompañaron al padre Roberto Hoyos Realpe, en el Viacrucis entre las veredas de El Tambillo, La Casa Fría, Bolívar, La Feliciana y Bellavista, que se realizó el Viernes Santo.
Además de las congregaciones, los movimientos parroquiales, como la Legión de María, el Movimiento Neocatecumenal, el Movimiento Juan XXIII, Carismáticos y Lazos de Amor Mariano, participaron en varias celebraciones, entre ellas el Jueves Santo en la adoración al Santísimo Sacramento.
Las demás celebraciones continuaron con la tradición, culminando en la procesión y la eucaristía del Domingo de Resurrección, donde las congregaciones se hicieron presentes en un gran número.
En este sentido, el presbítero Roberto Hoyos expresó su profundo agradecimiento a todas las congregaciones, movimientos parroquiales, los sacerdotes Alex Córdoba y Hernán Urbano, el seminarista Miguel Estupiñán, los acólitos, autoridades y demás personas que colaboraron con el desarrollo de la Semana Santa. Su esfuerzo, dedicación y compromiso contribuyeron con la experiencia de vivir estos momentos de fe con intensidad y devoción.
Nos queda la tarea de realizar una evaluación enfocada en las propuestas para mejorar la celebración de la Semana Santa del próximo año.