Por: Jorge Enrique Tello Chávez
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Alarmante la grave situación que viven los adolescentes de este municipio en el Sur de Nariño, que tiene preocupados a padres de familia, a las autoridades civiles, eclesiásticas y de policía, quienes piden ayuda al Gobierno Nacional, Ministerio de Salud, al Instituto Departamental de Salud, al Clero Diocesano y al Bienestar Familiar, para que envíen una Brigada de médicos, psicólogos, psiquiatras, sacerdotes exorcistas y trabajadoras sociales para determinar las causas y motivos, que los ha llevado a terminar con sus vidas.
El suicidio genera graves consecuencias emocionales, deteriorando las relaciones intrafamiliares, ocasionando la pérdida de la mente y el descontrol total para afrontar esta delicada situación en sus hogares humildes. En Colombia se suicidan los jóvenes entre los 15 y 25 años de edad y por cada mujer son cuatro hombres, al sentirse incapaces de resolver las problemáticas que azotan a nuestra sociedad.
¿Por qué se suicidan nuestros jóvenes?
Algunos psicólogos aseguran que las causas de suicidio son: La falta de amor y cariño de los padres, que debilita la crianza, educación y formación de sus hijos, por la falta de autoridad, disciplina y enseñanza, basada en principios y valores éticos, morales y cristianos. La falta de programas para ocupar el tiempo libre en las instituciones educativas; el aislamiento, el abandono y el bullying y acoso escolar.
Sus familias son disfuncionales, en donde el padre los ha abandonado y todo el peso del hogar recae sobre la madre. Los embarazos prematuros entre adolescentes; las decepciones amorosas; la falta de oportunidades de trabajo. La no supervisión de los padres en la escogencia de “sus amigos”; el uso excesivo del celular e ingreso a páginas pornográficas, de hechicería, brujería y practicar la tabla ouija, que los incita a celebrar “pactos de sangre y satánicos”, que los lleva en serie a quitarse la vida.
En las instituciones educativas se debe crear las escuelas de padres, con la asistencia obligatoria de los progenitores, en donde se busque la solución a la problemática juvenil. De allí se organizarán los planes y programas para mejorar la calidad de vida en nuestras familias aldanenses.
La responsabilidad es de todos
Ante lo anterior, se requiere que el alcalde, los secretarios del despacho, el Concejo Municipal, el clero diocesano, los rectores y coordinadores de disciplina de las instituciones educativas, el Cabildo Indígena de los Pastos y la ciudadanía en general, propongan, financien y aprueben programas deportivos, culturales, artísticos, como también fomentar el empleo en los jóvenes y realizar conferencias psicopedagógicas dirigidas a los padres de familia sobre el comportamiento y la salud mental de sus hijos e hijas.
Que la emisora, la Voz de los Pastos, irradie noticias científicas saludables. Ante toda esta problemática, dejémonos de lamentarnos y en estos momentos de dolor, unámonos todos y brindemos el apoyo psicológico y socioemocional a las familias que han perdido a sus seres queridos, en oscuras circunstancias.
Finalmente, volvamos a Dios, colocando a nuestros hijos en las manos de Jesucristo, Nuestro Señor y de su Santísima Madre, Nuestra Señora del Pilar, para que reine el amor, la paz, el crecimiento espiritual y la solidaridad en la sociedad de Aldana.
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