Por Elsy Melo Maya

elsy.ya@hotmail.com

A  partir del 25 de Noviembre, Día Internacional
de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y hasta el 10 de Diciembre,
Día de los Derechos Humanos, se lleva a cabo la campaña “16 días de activismo
contra la violencia de género”, un emprendimiento de la ONU, con el propósito
de ponerle fin a la violencia contra las mujeres y niñas en todo el mundo,
cualquiera sea la causa, razón o circunstancia en que se produzca.

La situación de
violencia y discriminación que afecta a la mujer en general, sin distingos de
raza, religión, condición social, nivel académico y demás, es un fenómeno
social que históricamente ha existido y que también históricamente se ha
pretendido ignorar. Por ello es fundamental que de manera constante y con el
objeto de incidir en la cultura no violenta contra la mujer, se reitere en los
diferentes escenarios de la sociedad, las implicaciones que esta clase de
actitudes conllevan y que son la justificación misma de la existencia de día
internacional mencionado, como lo
describe la ONU: la violencia contra la mujer es una violación de los derechos
humanos; es consecuencia de la
discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia
de desigualdades por razón de género; afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de
la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA, la paz y la seguridad; la violencia
contra la mujeres y las niñas se puede evitar; su prevención es posible y
esencial; la violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global.

Y si queremos conocer
cifras y hechos, aquí tenemos algunos ejemplos: “El 35% de las mujeres y las
niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas.
En algunos países esta cifra asciende al 70%; se calcula que 133 millones de niñas
y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación/ablación genital en los 29
países de África y Oriente Medio donde esta práctica perniciosa es más
frecuente. En el mundo, en la actualidad, más de 700 millones de mujeres se
casaron cuando eran niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años.
Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos
probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y
complicaciones en el parto. Las consecuencias de la violencia de género
perduran por generaciones”.

Es evidente que el
daño y las consecuencias por un acto de violencia contra la mujer, lo sufren
además la familia y la sociedad; otra razón más para que no seamos ajenos a esta
grave situación social y como un día no es suficiente para que lo recordemos,
en adelante y con la colaboración del INFORMATIVO DEL GUAICO, cada uno de nuestros
escritos para Visión de Mujer, terminarán con la frase: “No hagas trato con el
mal trato a la mujer, siempre perderás”.

Noviembre 30 de 2015