Por Aníbal Arévalo Rosero
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Se configura un exabrupto y el prevaricato con el auto proferido por la Contraloría General de la República en el caso de una sanción en la persona del doctor Luis Alfonso Escobar, candidato a la Gobernación de Nariño. Resulta que el 22 de diciembre ya se había declarado inocente de toda responsabilidad fiscal al doctor Escobar. Ahora, cuando faltan tres semanas para las elecciones, el auto es “corregido” por intereses políticos, teniendo en cuenta que el candidato Escobar viene en ascenso en las encuestas, y ya lo superó a Berner Zambrano, y lo que promete esta carrera es que el candidato del Pacto está en huida. Y, por supuesto, los competidores utilizan las malas mañas para detenerlo.
En concreto, el abuso que se comete es que hicieron un paquete burdo y delictual. Ese infundio no tiene base. En la página de la Contraloría dice que el doctor Luis Alfonso Escobar no tiene ninguna sanción ni inhabilidad. Esto tiene un trasfondo político para detenerlo. Ahora, de manera sospechosa, cambian la decisión que ya se había tomado, en un acto administrativo que ya había quedado en firme, todo por un interés político de la maquinaria que mueven quienes van para abajo en las encuestas.
Se debe clarificar que la corrección de un auto no se hace por asuntos de fondo, sino de forma. Esto quiere decir que se puede corregir una fecha, un número de cédula, pero no una decisión que ya se había tomado. Es importante que la gente lea en detalle el auto proferido por la Contraloría, y allí en ninguna parte dice que el doctor Luis Alfonso Escobar se haya apropiado de unos recursos públicos, como algunos medios manipulan la información haciendo creer a la gente que él es el culpable. No, señor, en ningún momento. Además, quienes aparecen en el auto son cuatro (incluyendo al señor Raúl Delgado, como exgobernador) por una contratación para el Municipio de Tumaco y que los contratistas no cumplieron.
Una verdad dicha a medias, es una gran mentira. Se le está echando agua sucia al doctor Luis Alfonso Escobar, Secretario de Planeación y Ordenador del Gasto del Departamento de Nariño, para la época de los hechos, quien firmó la orden de pago del mencionado contrato de consultoría No. 555 de 2015. Sin embargo, el dinero fue a parar a manos de privados, quienes entregaron los productos para el que fueron contratados, pero no correspondía a la calidad requerida.
Y de esta manera, sacar a relucir estigmatizaciones que no son verdaderas. Si no sacar provecho electoral, como lo vienen haciendo los innombrables. Porque hasta a los periodistas intentan taparnos la boca con estigmatizaciones, como lo que ocurrió el día 6 de octubre con el señor Berner Zambrano, quien violó mi derecho a la privacidad y la libertad de prensa, sacando a relucir mi rostro, mi nombre y mi número de teléfono sin autorización; su único fin es el de estigmatizar a quienes no nos arrodillamos ante el verdugo.
Quien firma la presente columna no tiene compromisos de ninguna índole con el Pacto Histórico, sino la conciencia del verdadero compromiso con la educación, la moralidad pública, que no se roben los recursos de la paz, la cultura, la educación. Somos partidarios del voto programático, y no del voto que se vende al mejor postor.
No me crean a mí; entren a la plataforma de la Contraloría General de la República, allí aparece clarito que el doctor Luis Alfonso Escobar no tiene sanciones ni antecedentes fiscales para participar en la contienda electoral. Todo son artimañas de los que no les gusta jugar limpio. Le quieren usurpar la Gobernación al doctor Luis Alfonso Escobar (‘el Negrito’). No es más que el típico bandidaje.
Juego limpio, señores. Nada de vendar a la prensa, nada de estigmatizar a los periodistas.