Rincón consaqueño
Por José Rodrigo Rosero Tobar
roserotobarjoserodrigo@gmail.com
Inmediatamente terminado el proceso electoral con la consecuente elección de dignatarios a las entidades territoriales de gobernación del departamento y alcaldía municipal, viene las cábalas del personal “elegido” para actuar en el llamado empalme que se desarrolla en medio de cierta tensión, espacialmente de quienes harán dejación del cargo y su séquito de colaboradores, muchos de los cuales ya no son del grupo de quien termina la administración, sino que se declaran neutros en la contienda ya pasada y, muchas veces aseguran haber “trabajado” por intermedio de su familia con el ganador y haber tan solo seguido ciertos lineamientos de apoyo a quien se presentaba como candidato de quien termina la administración comarcal.
Y llega el día ansiado de la posesión. Los seguidores fieles del recién posesionado se aprestan a entrar como aplanadora en la burocracia del ente territorial. Olvidan de momento y hasta mucho después los propósitos que perseguían cuando andaban en campaña electoral.
Un cierto y significativo número de seguidores se separan sutilmente de los designios del nuevo mandatario territorial, mientras otros lo hacen a grandes voces expresando su descontento y arrepentimiento de haber “ayudado” a ganar a alguien que no tiene siquiera capacidad de gobernar, muchos de ellos simple y llanamente porque quedaron por fuera de toda posibilidad de acceder a un cargo en el entorno burocrático local.
En este mar de confusiones, recuerdo que alguna vez mencioné que se ha vuelto popular a nivel nacional, cuando de cambio se trata en las administraciones del nivel territorial, al iniciar su periodo, quienes ganaron con la frase “la administración anterior”, frase con la que en la mayoría de casos, buscan justificar anticipadamente las falencias que se pudieran ocasionar durante el periodo de su mandato que acaban de iniciar, sin calcular que en un tiempo no lejano también representarán la administración anterior cuando terminen su periodo constitucional.
Pero en el caso de mi terruño natal, esa frase no solo hizo eco al iniciar la administración de quien acaba de terminar, sino que se extendió hasta el penúltimo día del año que terminaba su actuar, siendo así que cuando escuché esta frase, inmediatamente suspendí la sintonización de la emisión en el aplicativo por el cual se transmitía en directo el informe final.
Hoy, el nuevo mandatario, con pruebas, ha demostrado las supuestas falencias incurridas por la administración anterior, desencadenándose de inmediato la reacción de quien fuera hasta el 31 de diciembre el omnipotente mandatario de este pequeño terruño nacional. Habrá que esperar lo que sucede en esta contienda de mandatario y exmandatario del nivel local.
Consacá, 26 de enero de 2024
-
-
-
-
-
