Cincuenta años de Montagas

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Por Manuel Erazo Cabrera
viejomanolo1@hotmail.com
Ismael Botina popular maestro Buchón, lleva
cinco días perdido de la borrachera, tras la fiesta de celebración de los
cincuenta años de la empresa Montagas.
Como dice el tango:” cincuenta años no son
nada…y la vida es un pañuelo”; por allá en los años sesenta, conoció a un
hombre emprendedor, jovial, de fino humor, nacido en las frías tierras de
Guachucal, don Mesías Chávez
,  un
verdadero visionario del futuro.

 Narra y
no acaba de contar historias  vividas
junto a don Mesías, quien  generó
muchas  empresas; arriesgado, pero
siempre optimista en un mejor futuro para Nariño. La bicicleta “Monark”, del
Buchón, que hasta ahora la mantiene “uvita” se la regaló aquel buen hombre.
Cuando llegó a Pasto, comenzó con el negocio
de los molinos de trigo, después se metió 
en la distribución de gasolina, 
fundó  La voz del Galeras
;  y fue quien se atrevió a cambiar la costumbre
de las amas de casa, al pasar del carbón y la leña, al combustible del gas.
En el año de 1962, hubo un encuentro de
empresarios  en  Cali, y allí fue cuando le propusieron que
fuera el pionero en la distribución del gas para las cocinas.
Maestro Buchón, de decía…”Don Mesías, no se
meta en aventuras locas,  llevar gas a
Nariño, es una empresa que fracasa. Sin embargo, el señor Chávez, era terco y
optimista, y le respondía: “Algún día, los nariñenses me darán la razón”.
La moda de cocinar en ese tiempo era a punta
de carbón y  leña
; y los más pinchados se
daban el lujo de cocinar con estufas de luz, eran unos escaparates grandotes de
cuatro bocas, y tremendo horno; cuando se las prendía  se baja la luz en todo el barrio.
 Vinieron luego 
las famosas estufas de petróleo, tocaba comprar las botellas de kerosín

en las tiendas y la sopa salía olorosa; luego, se avanzó  con las estufas de gasolina blanca,  que tocaba darles bomba para que cocinen
mejor, pero también dejaban la sopa con olor raro y muchos accidentes caseros.
 Pero
volviendo al cuento de la traída del gas a Pasto, en 1963, don Mesías Chávez,
mandaba a traer cien cilindros de gas, en una camioneta vieja; y para
venderlos, tenía que andar rogando a la gente que se pase al gas. Las amas de
casa, decían en ese tiempo,…con gas, ¡ni regalado, qué miedo!
Parecía que el negocio iba a fracasar, sin
embargo,  nunca desmayó y de eso han
pasado 50 años, hoy convertida en una de las más importantes empresas
distribuidores de gas del sur occidente colombiano: Montagas.
A su descendía, sus hijos Anita, Rafico, Carlos
y Pablito, el Buchón los vio crecer, ellos jugaron  con cilindros, le sacaron canas a su papá,
pero ahora son excelentes ciudadanos que siguen generando trabajo en la región.
Si tuviéramos otros cinco Mesías Chávez,
serían más que suficientes para cambiar este mundo
.
Mejor, sigamos brindando por Montagas…empresa
que se metió en las cocinas de todos los nariñenses.
Domingo 7 de octubre 2012.
Este es un espacio de opinión destinado a columnistas,
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