Compra de vivienda en planos: ¿pajaritos en el aire?

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Pablo Emilio
Obando Acosta
peobando@gmail.com
Comprar
vivienda es, quizá, una de las experiencias más placenteras que se pueda
experimentar. Se conjuga en ello la satisfacción de llevar a los suyos la
tranquilidad de un hogar y la tranquilidad de saberlos protegidos y felices
. Las
expectativas de cada uno de los miembros de la familia parecen confluir en esa
charla cotidiana de cuándo entregaran ese espacio que permitirá compartir
vivencias, sonrisas, alegrías y también tristezas. La familia entera se prepara
para ese gran momento en que una puerta se abrirá y los temores se alejarán para
siempre. Todos los esfuerzos familiares, los ahorros, las abstinencias de esos
pequeños y gratos gustos se verán compensados por la posesión de una vivienda
que abrigará sueños y esperanzas.

Tal el caso de
la familia Enríquez que después de muchos años lograron hacer realidad su
anhelo. Escoger sitio, precios, estilo y modelo, dimensiones, características y
un sinnúmero de etcéteras al fin se volvería una realidad
. La espera se hacía
interminable, las conversaciones giraban en la manera en que adecuarían cada
espacio de ese apartamento y hasta la forma como se distribuirían los cuartos y
las tareas.
En sus
distintas conversaciones con el constructor formulaban las preguntas de rigor:
color, dimensiones, marcas, modelos… etc., y éste siempre y una vez más les
ofrecía una respuesta que los dejaba satisfechos y contentos. Hasta que llegó
el gran día y las sonrisas se transformaron en pequeños signos de decepción
:
las dimensiones del apartamento no eran las acordadas, los colores ofrecidos no
siquiera se acercaban a lo pactado, las marcas de los accesorios (sanitarios,
lavamanos, duchas, etc.) no corresponden a lo publicitado y ofrecido. Lejos se
encontraban de imaginar que en poco tiempo las paredes se deteriorarían al
extremo de dejar su vivienda sin valor comercial. Lo único que se conservaría
sería la cuota bancaria que sin importar la nueva realidad familiar continuaría
acechando mes tras mes la tranquilidad de cada uno de los miembros de la
familia Enríquez.
Esta historia
seguramente es la de muchos, varían algunos elementos pero en esencia es la
misma. Y es que comprar vivienda en planos se ha convertido en un verdadero
dolor de cabeza para muchos
que al poco tiempo empiezan a palpar la decepción
de lo ofrecido o pactado y lo recibido. Pululan los constructores
inescrupulosos que no tienen pudor alguno en entregar una vivienda que en nada
o muy poco corresponde a lo ofrecido en planos, expertos en argucias y en
triquiñuelas truecan diseños, accesorios, instalaciones y hasta materiales de
construcción.
Seguramente la
familia Enríquez tendrá que iniciar un tortuoso camino para denunciar los
atropellos de los cuales fue víctima y buscar una compensación a su frustración
económica y emocional. Por fortuna hoy las leyes son agiles y permiten obtener
resultados rápidos y concretos. Pero es importante que usted guarde plegables,
publicidad, ofrecimientos y todo tipo de pruebas que permitan demostrar el
fraude o engaño del constructor
. Sobre todo perder el miedo y enfrentar y
afrontar al inescrupuloso que sin pudor alguno timó los anhelos familiares.
Existen algunas
precauciones que se deben tener al comprar una vivienda sobre planos, una de
ellas, una vez terminado el proyecto es “una vez finaliza la construcción de la
casa, antes de firmar la escritura de compraventa, hay que comprobar que la
obra se ha ajustado a la memoria de calidades
, que hay un seguro que cubra
daños o desperfectos en la vivienda y que existe un certificado de fin de obra
y licencia de primera ocupación, sin la cual no podemos entrar a vivir en
ella”. Sin este requisito se expondrá, como la familia Enríquez, a todo tipo de
timos y engaños.
En la segunda
entrega de esta crónica analizaremos aspectos legales, normas, procedimientos
de reclamo y las formas de lograr para usted y su familia una protección
patrimonial y el respeto de lo pactado con el constructor. Si le ofrecieron,
por ejemplo, sanitarios o lavamanos de una marca, por ningún motivo debe
permitir que sean reemplazados sin su consentimiento
, esto, por sí solo, es una
clara muestra de incumplimiento de contrato y usted puede hacer el respectivo
reclamo y buscar una indemnización. Que la alegría de un nuevo hogar no se vea
empañado por la frustración y el desengaño de recibir algo totalmente ajeno a
lo ofrecido.
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.

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