Por Francisco Delgado Maya

Tomado de Diario del sur

Hacerlo en blanco es una alterativa de los
ciudadanos al momento de votar. Aunque tiene un significado distinto a la
abstención, es libre y soberana como votar por el partido o por el candidato de
su preferencia. Es democrático y el que vota en blanco indica no estar
satisfecho con e sistema o con los candidatos a ser elegidos. Manifiesta su
descontento, su posición es respetable y debe ser garantizada por el Estado y
la sociedad, porque hace parte del voto como derecho y deber ciudadano y de los
derechos fundamentales a la libertad de pensamiento, opinión y expresión.

En la novela “Ensayo sobre la lucidez” (Alfaguara, 2004) Saramago plantea un debate sobre la democracia
y subraya el poder que tienen los ciudadanos, cuando para manifestar su
descontento, votan en blanco. Es una reflexión sobre por qué se vota por una u
otra opción política, si a menudo éstas no atienden las necesidades sociales y
económicas.

La narración comienza con esta frase.
“Mal tiempo para votar”. Quien la expresa se refiere al clima, porque
un diluvio se precipita sobre la capital de un país desconocido el día de unas
elecciones municipales, pero la expresión se ha interpretado de otra manera,
porque en la presentación de la obra en Lisboa, Saramago señaló que la democracia
está menoscabada por los poderes económicos que no son democráticos.

Se supo después del escrutinio que el 70% voto
en blanco y los demás no alcanzaron el
25% del censo electoral. Se repitió la votación y los “blanqueros” ascendieron
hasta el 99%. El  resultado hizo pensar al
gobierno en la  existencia de un
movimiento dirigido a minar los cimientos de la democracia, producto de una
conjura anarquista internacional o de grupos extremistas, y por esto, declaro
el estado de sitio, calficó de terroristas a los promotores y ordeno buscarlos o
inventarlos para eliminarlos.

Nada de lo anterior ocurrirá en Colombia. El
voto en blanco, si bien refleja una posición crítica que debe llamar la atención
del Gobierno y de los actores políticos, es difícil que sea mayoría en las
elecciones de este año. Según la sentencia C-490 de 2011 de la Corte
Constitucional, e voto en blanco es “una expresión política de
disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos” que “constituye
una  valiosa expresión del disenso a través del cual se promueve la
protección de la libertad del elector”. Por virtud de este
reconocimiento, la Constitución Política le adscribe algunas repercusiones en
los procesos electorales orientados a proveer cargos unipersonales y de
corporaciones públicas, que no armonizan con los principios de una democracia
participativa.