Por Irma Zambrano
irmazambrano1947@gmail.com

Cuando el doctor José Manuel Marroquín
terminaba el mandato en la presidencia,
un grupo de sabios y aguerridos nariñenses
luchaban con fe, esperanza, e insistencia.

En la noche de la nueva vuelta al sol
del ilustre mandatario y presidente,
entre libaciones, música, danzas y alegría
celebraron la vida, con toda su amable gente.

La historia guarda ésta fecha memorable
cuando el departamento de Nariño se creó,
y con sus más leales amigos en alegre algarabía
José Manuel Marroquín, esa noche lo firmó.

Dijo: Bartolomé Calvo con gozo y con alegría
el nuevo departamento “Debe llamarse Nariño”
y es por eso que recordamos al cartagenero
con profunda gratitud e inmenso cariño.

Nuestro extenso y bello departamento
ha cumplido ciento diecisiete años,
las nuevas generaciones hemos vivido
una época de olvido, tristezas y desengaños.

Cuando escuchamos su hermoso himno nos sentimos orgullosos, el corazón nos palpita,
lo mismo al ver flamear su símbolo patrio
luciendo sus dos colores también el pulso se agita.

Y qué decir del escudo con sentido de pertenencia
es un lindo reflejo de aquella historia que encierra,
toda la creación divina con sus bellezas naturales
para que la disfruten los de la costa y de la sierra.

Nariño tierra de costas de volcanes y nevados
lugar turístico de paisaje encantador
donde se lucha con entusiasmo ardiente
y se admira las maravillas del creador.