Tomado de pares.com.co
El departamento de Nariño ha sido escenario de fuertes enfrentamientos entre grupos de las disidencias de las FARC y el ELN, lo cual ha obligado a mujeres, niños y adultos mayores pertenecientes a las comunidades indígenas del pueblo Awá a abandonar sus territorios por temor a la violencia. Los combates, que llevan más de un mes, se han intensificado en los límites de los municipios de Babacoas y Ricaurte, provocando el desplazamiento de alrededor de cuatro mil personas y el confinamiento de 180 familias. Las clases han sido suspendidas en gran parte del territorio afectado, y se busca mantener ocupados a los niños para minimizar el impacto de los combates.
La Defensoría del Pueblo ha instado a los grupos armados a respetar la vida de las comunidades indígenas y a no involucrar a la población civil en el conflicto. Jair Mena, defensor del Pueblo de la regional Pacífico, hizo un llamado a que los grupos armados respeten los sitios donde habitan estas comunidades y eviten poner en riesgo la integridad de la población civil. La ayuda humanitaria está siendo brindada por la organización Camawari y la alcaldía de Ricaurte, quienes, a pesar de contar con pocos recursos, están proporcionando alimentación a las personas afectadas.
Además del desplazamiento y el confinamiento, se han reportado la utilización de artefactos explosivos y daños en viviendas como consecuencia de los disparos. La comunidad indígena ha expresado su preocupación por la situación y ha resaltado la importancia de proteger la vida de sus miembros y preservar sus territorios. Las autoridades regionales y organizaciones humanitarias continúan trabajando para brindar asistencia a estas comunidades en medio de la crisis.
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