Unos 30 mil faroles se instalaron en la
celebración tradicional de la “Noche de las velitas” en el sector urbano de
Sandoná, los cuales fueron observados por una gran cantidad de personas de esta
localidad y turistas que llegaron especialmente de Pasto.

Durante 3 horas las calles sandoneñas fueron
tomadas por las personas de todas las edades que en gran movilización social
salieron de sus viviendas a admirar las diferentes tipos de iluminaciones que
se realizaron en los barrios o en las cuadras sandoneñas.

A diferencia del año anterior el tiempo estuvo
del lado de las familias que como nunca antes recorrieron los diferentes
lugares y pudieron observar los faroles tradicionales, como los que enseñó el
médico Rodrigo Velásquez, gestor de esta celebración el 7 de diciembre de 1976.

Faroles en forma de basílica, de flor, de
cubo, de hongo, de angelito, de sombrero, de veladora; instalados en árboles,
en arcos, en el piso; elaborados con materiales reciclados como envases
plásticos o tapas plásticas, con icopor, con papel seda, con paja toquilla, con
vasos plásticos, pero especialmente con mucho ingenio y creatividad.

En algunos lugares se utilizó el frente de las
viviendas, sin embargo en otros sectores se instalaron en toda la calle,
dejando el espacio para el tránsito de las familias sandoneñas y de la gran
cantidad de visitantes, quienes quedaron admirados por la creatividad expresada
en los miles de faroles.

Así mismo las familias instalaron altares con
María Santísima en diferentes advocaciones, entre ellas la Inmaculada
Concepción, la Virgen de Guadalupe, Nuestra Señora de Fátima, entre otras para
recordar que la celebración está basada en un hecho religioso.

En algunos lugares los grupos de familias
compartieron el canelazo con los transeúntes para contribuir con la
convivencia, componente que como el ambiental es cada vez más valorado por propios y visitantes.

De igual manera en su recorrido las personas
visitaron los pesebres de las familias del señor Lidoro Morán Meza, ubicada en
el barrio Comercio y del profesor Ricardo Narváez, ubicada en el barrio San
Francisco.