COP 16 y la trampa de la mercantilización de la biodiversidad

Giovanny Gómez Palomino, columnista
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Por Giovanny Gómez Palomino
gomepal26@gmail.com

La Cumbre de las Partes COP 16 reafirma la importancia de la cooperación internacional para frenar el cambio climático y proteger la biodiversidad. Sin embargo, los compromisos ambientales que resultan de estas cumbres suelen ir acompañados de una agenda económica que, bajo el pretexto de la sostenibilidad, incentiva la mercantilización de recursos naturales. En Colombia, país biodiverso por excelencia, esta tendencia plantea riesgos profundos para la conservación ambiental.

¿Qué es la mercantilización ambiental? En la COP 16, y en general en los tratados ambientales internacionales, se observa una tendencia creciente hacia la valoración económica de la biodiversidad y los ecosistemas. Esto significa, en teoría, ponerles un precio a los recursos naturales para garantizar su conservación. Sin embargo, convertir elementos esenciales como los bosques, las fuentes de agua o las especies en “activos financieros” pone en riesgo su verdadera protección. ¿Puede un mercado, que prioriza el beneficio económico, resguardar realmente la biodiversidad?

El impacto de la mercantilización en Colombia alberga el 10% de la biodiversidad mundial, lo que lo convierte en un punto de interés tanto para la conservación como para la explotación de recursos. La mercantilización del medio ambiente en el país ha permitido la creación de créditos de carbono, bonos verdes y proyectos de compensación. Sin embargo, muchas de estas iniciativas son manejadas por empresas privadas que buscan una ganancia económica. Por ejemplo, los créditos de carbono en Colombia no siempre cumplen con el compromiso real de reducir emisiones; en cambio, permiten a empresas extranjeras seguir contaminando.

Críticas a los compromisos de la COP A pesar de las buenas intenciones, la COP 16 y otros eventos similares enfrentan críticas significativas. Muchas de las iniciativas promovidas parecen diseñadas para permitir que las grandes empresas continúen operando bajo una fachada de sostenibilidad. En Colombia, esto se refleja en que los proyectos de compensación ambiental a menudo desplazan a comunidades locales o imponen restricciones sobre sus territorios ancestrales.

¿Qué dicen las comunidades? Para muchas comunidades rurales e indígenas en Colombia, la biodiversidad y los recursos naturales tienen un valor cultural y ancestral que no puede ser tasado en dinero. Estos grupos denuncian que la mercantilización del medio ambiente los excluye y no toma en cuenta su relación histórica con la tierra. La COP 16 debería considerar no solo los intereses de gobiernos y empresas, sino también las voces de quienes habitan y protegen estos territorios.

¿Mercado o conservación genuina? Si bien el discurso de la sostenibilidad y la protección ambiental es cada vez más prominente, la mercantilización de la biodiversidad puede terminar favoreciendo a aquellos que buscan beneficiarse de los recursos naturales, en lugar de protegerlos realmente. La COP 16 y otras cumbres deben ser más que una plataforma de retórica. Es fundamental que Colombia y otros países encuentren modelos de protección ambiental que valoren la biodiversidad más allá de su precio en el mercado y que integren los conocimientos ancestrales en las estrategias de conservación.

Corchazo: La contradicción entre el crecimiento de una economía ambiental mercantilista y la necesidad de conservar la biodiversidad de Colombia de manera auténtica y respetuosa con las comunidades locales.


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1 thought on “COP 16 y la trampa de la mercantilización de la biodiversidad

  1. Dataso: la inversión pública del evento de la cop 16 en cali fue de 200 mil millones de pesos que salen de nuestroas impuestos de los bolsillos de todos los colombianos

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